En cada lectura, en cada formación, en cada rincón donde hemos ido aprendiendo con Montessori, siempre termino, y terminamos (mi familia y yo) pensando en la necesidad de LA PREPARACIÓN INTERNA DEL ADULTO.
Los que van a ser nuevos papás, o los que van a ser de nuevo papás, seguimos encontrándonos sin un manual de instrucciones que te diga como ser un buen padre/madre. Pero si nos encontramos con una cantidad desbordante de consejos de amigos, familiares, personas que con toda su buena intención intentan ayudar. Aunque muchas veces no sea ese el resultado.
Cada familia, es diferente, cada mamá, cada papá, cada persona en sí es diferente. Pero todos absolutamente todos deseamos que se nos trate con respeto, que los demás nos comprendan cuando les hablamos, que sean capaces de ponerse en nuestra piel. Y a veces nos olvidamos que en ese TODOS están nuestros futuros o presentes hijos.
Quizás esto ocurra precisamente porque nadie nos enseña primero a querernos a nosotros mismos para poder y saber querer a los demás. Nadie nos enseña a CONECTAR con las personas. Hasta ahora parece que lo único que debe enseñarse es a CONTROLAR a las personas. Y esto mismo lleva a CONTROLAR a los hijos no a CONECTAR con ellos.
En mi viaje a este aprendizaje me estoy dando cuenta que Montessori siempre habla de la importancia del ser, de la importancia del respeto, el amor y la empatia, quizás no con estas palabras pero el mensaje es ese. Montessori lo hace en todo momento, con su importancia por una educación para la paz y de manera universal, para todos. Quizás no profundice al dedillo en cada una de estas palabras pero si habla de ellas.
Pero si buscamos encontraremos realmente métodos que son complementarios, como es el caso de la DISCIPLINA POSITIVA ¿habéis oído hablar de ella?
Podría contaros muchas cosas que hemos aprendido de ella…pero resumiré diciendo que…
La disciplina positiva es una gran herramienta para los padres, para los docentes. Para todas las personas. Una herramienta que te CONECTA con el niño. Que hace que aprendas a meterte en su zapato. Cosa nada fácil con la mochila que llevamos a nuestras espalda basada en una educación bastante tradicional.
La Disciplina positiva te invita a desaprender para aprender. Aprender de forma respetuosa como afrontar los problemas, los retos que se nos presenta diariamente en nuestra vida, con nuestros hijos, sobrinos, primos, incluso con cada persona que nos acompaña en el momento.
Creo que la Disciplina positiva, se complementa a la perfección con la filosofía Montessori, van de la mano diría yo.
Considero que la Disciplina Postiva puede darse en cualquier tipo de educación, metodología, escuela. Aunque es cierto que, a modo personal, creo que para ser perfectamente natural al niño debe de coexistir con la filosofía Montessori. Aún así se que la Disciplina positiva se puede llevar a cualquier contexto, y funcionará…con esto quiero decir que incluso en las escuelas tradicionales o en un ambiente tradicional funcionaría. Ya que sus herramientas puede ayudar a lo que todos buscamos . LA PAZ. A que todos sepamos conectar con el otro, empatizar, entender, comprender, CONECTAR.
Creo que las escuelas deberían ofrecer herramientas para los docentes, para que se conozcan a sí mismos, se quieran, se sientan, se vean seguros, y sientan que CONECTAN con los niños y no que los CONTROLAN.
¿Pues de que me sirve contar las manzanas que tengo si no soy capaz de darle una a quien la necesita?
TODOS PODEMOS CONTRIBUIR, PERO DEBEMOS EMPEZAR POR NOSOTROS MISMOS PARA PODER QUERER Y RESPETAR A LOS DEMÁS.
Si os gustaría profundizar más en este tema, os recomiendo que no os vayáis muy lejos pues desde el blog tenemos preparadas muchas cosas. Podéis seguirnos en facebook o twitter.