El juego simbólico y Montessori

Partimos del principio Montessori de que los niños de 0-6 están en plena construcción del ser. Necesitan comprender su mundo, todo cuanto les rodea, por lo que en la filosofía Montessori es muy importante mostrarles la realidad, ya que todavía están comprendiendo su mundo como para que nosotros se lo pongamos más difícil con otros mundos que ni siquiera existen. AQUÍ en este post os hablé de la realidad y la fantasía, que os recomiendo volver a leer.

Montessori en su libro de «El método de la pedagogía científica» comenta como se sorprendió de que pudiendo elegir los niños las actividades que se encontraban en el ambiente (cocinita de juguete, muñecas, vajillas de muñecas) jamás eligieran éstos. Y dice así “entonces comprendí que los juguetes son algo inferior en la vida del niño, y que éste sólo los elige cuando no dispone de algo mejor”. María Montessori habla de juguetes, en este caso, refiriéndose a aquellos materiales que suplantan la realidad. Pues se dio cuenta que los niños hacían más caso a aquellos materiales reales que a los materiales, llamemosle,  «falsos».
Ahora bien creo que en cuanto a esto existe una confusión, que es el pensar que desde la filosofía Montessori está «prohibido» jugar a cocinitas, o cualquier juego que implique roles, etc. 
Como veis en nuestra casa Montessori no está reñido con el juego simbólico, por el simple hecho de que nuestro pequeño tiene la posibilidad de manipular la realidad, es decir, que está en contacto con la cocina de verdad, y con todas las experiencias de vida práctica que un hogar puede aportar.

Tenemos que tener en cuenta que un ambiente Montessori no es un hogar. El primero punto que varia de uno a otro, es que en un ambiente Montessori se trabaja ininterrumpidamente durante 3 horas, y cuando son pequeños menos, unas 2 horas. Y una vez pasan estas tres horas no podemos pedirle al niño que siga con el mismo nivel de concentración. Debemos seguir sus necesidades. Y entre sus necesidades está, como a todo el mundo nos pasa, el distraerse, ejercitar el cuerpo, moverse, airearse. La meditación (entendiéndola como parte de la concentración que un niño llega adquirir en un ambiente Montessori) es buena durante ese tiempo, pero después hay que comprender que ese estado se consigue gracias a que Maria Montessori comprendió que justamente son necesarias 3 horas para llegar al máximo nivel de concentración. Por tanto solo existe durante un periodo de tiempo concreto. Por esta razón en el hogar Montessori se lleva de otra forma, si bien queremos aplicar la filosofía, debemos ser conscientes de que un niño necesita también sus momentos para evadirse. 

De la misma manera debemos entender que si el niño tiene disponibilidad para poder manipular la realidad será más fácil a la hora de comprender su entorno. Porque como sabemos el niño de 0-3 es concreto, literal. Pero esto no quiere decir que no pueda tener juguetes que impliquen roles o juego simbólico, porque realmente la cocina existe, y una diminuta cocina infantil es simplemente una represetación de una cocina real. Es decir, no hay nada de fantasía, todo proviene de la realidad.

En un ambiente Montessori, por ejemplo, podemos encontrar una representación de la tierra, no es la real, y así se le hace comprender al niño, por lo que en todo momento se muestra como una «representación» de…

Durante mi formación de Asistente surgió esta duda y la respuesta fue: «Si el niño vive experiencias reales, tales como cortar alimentos, prepararse el desayuno, barrer, limpiar las ventanas…que tenga una representación de una cocinita (por ejemplo) no implica ningún problema»

En los ambientes Montessori no existe el juego simbólico porque los niños están continuamente experimentando con la realidad, manipulándola, y para que puedan obtener una mayor concentración todos los ejercicios que se realizan son reales, del mismo modo el control de error tiene mucho que ver en este aspecto. Por ejemplo si se cae un vaso de cristal se rompe…

Pero como ya he anunciado al principio un ambiente Montessori no es un hogar. En el hogar pasan muchísimas horas, por lo que es conveniente que los niños también puedan experimentar con otro tipo de materiales y juguetes. 

Resumiendo, simplemente se trata de sentido común, pues una cocinita infantil es una replica simbólica de algo real, ya que pretende parecerse a…(una cocina real, y digo cocina como podría decir coches, herramientas, etc), no se trata de algo que no exista como un hada o un unicornio. Es más, al niño se le puede especificar «esto representa… » o «Esto es un/a … de juguete».

Me gusta recordar siempre que esta es mi forma de interpretar las cosas, siempre bajo mi humilde opinión tras mi formación Montessori. Pues en cada familia se llevará de una forma. Pero sobre este aspecto pienso que a veces existe confusión, y considero que si realmente leemos con detenimiento las palabras de la propia María Montessori podemos intuir a que se refiere. No hay que ser drásticos con esta filosofía, al contrario, es una filosofía que nace de la espontaneidad y naturalidad hacía el niño. Recogida por todas las observaciones que hizo María Montessori a los niños de todo el mundo, y que gracias a ellas, los adultos, podemos comprender un poco mejor la psique del niño.
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