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TENDENCIAS HUMANAS ¿Qué son? ¿Para qué sirven?

Las Tendencias Humanas, precisamente es lo que nos distingue como «seres humanos».

Primero de todo veamos sus definiciones por separado
Tendencia: «Inclinación o disposición natural que tiene una persona hacia una determinada cosa»
Humana: «que es propio de la naturaleza del ser humano»

Así pues vamos a adentrarnos un poquito más en estos dos aspectos en conjunto.

Una de las cosas que todos tenemos claro es que cuando nacemos somos más inmaduros que cualquier animal, no nacemos sabiendo…NO. No nacemos, por ejemplo, sabiendo andar, como nace el caballo. Más bien nacemos «sin aprendizaje» pero con la «tendencia a aprender». Es decir, con ese impulso vital para sobrevivir.

El ser humano tiene instintos como los animales, de hecho cuando nacemos tenemos reflejos instintivos, como el reflejo de succión, de marcha automática, presión, etc. El ser humano tiene la capacidad de ir más allá de sus instintos, desarrollando ese nivel que le permitirá crecer y evolucionar. Digamos que mientras un animal se adapta a su ambiente, el ser humano es capaz de adaptarse al ambiente y de adaptar el ambiente así mismo.

Las tendencias humanas son iguales para todos, vivamos aquí o allí, tengamos los ojos claros u oscuros, sea cual sea el color de nuestra piel. Entre estas tendencias está lo que, en Disciplina Positiva, llamamos pertenencia. Decimos, entonces, que el ser humano tiene la tendencia a pertenecer y a ser. También la tendencia al orden, a la comunicación, a la exploración, a la orientación, la repetición, la manipulación, el trabajo, la comunicación, la abstracción, la actividad, etc.

Esto nos lleva a los periodos sensibles cuando decimos que…cuando pasa un periodo sensible ya no vuelve (puedes ver los periodos sensibles AQUÍ) no significa que el hecho de que un niño no haya realizado determinada cosa en su momento (periodo sensible) no vaya hacerla (he aquí donde aparece la tendencia humana). Más bien significa que le costará muchísimo más que si lo hubiera aprendiendo durante su periodo sensible, y por tanto, cuando su mente de manera inconsciente absorbía el aprendizaje de una manera natural. Cuando ya ha pasado, el periodo sensible, el aprendizaje será consciente, y  teniendo en cuenta que la mente absorbente ya habrá dado por finalizada su tarea pasados los 6 años. Todo esto hará el aprendizaje costoso, obligado y posiblemente difícil. Pero no quiere decir que, si por ejemplo, no hemos aprendido inglés de pequeños no vayamos a aprender nunca inglés…podemos, tenemos la tendencia a comunicarnos, así que claro que podemos. Eso sí, nos costará aprenderlo…y nunca hablaremos inglés (quien dice inglés dice otra lengua) tan bien como si lo hubiéramos aprendido de pequeños.

Veamos pondré un ejemplo para entenderlo un poquito mejor. Imaginemos Sabemos lo mínimo de inglés, nos vamos a otro país para aprender inglés, alejados de toda comunicación conocida, solos ante extraños y un lenguaje que no dominamos. Pese a que durante nuestro periodo sensible, cuando éramos niños, no pudimos tener la suerte de aprender inglés de forma inconsciente y natural mediante nuestra mente absorbente. Alejados de nuestra zona de confort, en otro país con otra lengua. Tenemos la tendencia a comunicarnos, tenemos la tendencia a pertenecer, así que sí…en esa situación haremos lo posible porque se nos entienda. Tendremos ese impulso por sobrevivir. Pero realmente esta tarea será muy costosa y posiblemente nos sintamos frustrados en muchos momentos, porque no será nada fácil. De la misma manera en esa misma circunstancia tendremos la tendencia a explorar, explorar ese nuevo ambiente para intentar lograr pertenecer y poder así subsistir.

Digamos que la tendencia humana es como un impulso guía. Las tendencias humanas según la etapa del desarrollo que se encuentre el ser humano se manifiestan de una u otra manera. Porque las tendencias van de la infancia hasta la madurez. Están presentes en toda nuestra vida. De ahí la importancia en la infancia del ambiente preparado, pues sigue las tendencias humanas, donde el/la guía Montessori (maestro/a) no tiene que obligar a ningún niño, porque el ambiente está dispuesto para dar alimento a las tendencias humanas de los niños, entonces los niños sienten esa enorme atracción sobre los materiales y son impulsados a ellos de forma natural. Digamos que las tendencias humanas es como «un programa» en tenemos en nuestra cabeza para poder evolucionar como especie. 


Un niño pequeño tiene la tendencia a explorar con sus manos y su boca. También a ordenar para tomar conciencia de las relaciones de sí mismo con los objetos. Necesitamos un orden, tomar conciencia de donde están las cosas para facilitarnos la existencia. Del mismo modo tiene tendencia a comunicarse y a pertenecer, algo sin duda tremendamente importante, en el ser humano. Tener un papel en nuestra sociedad, con respecto a los demás y a nosotros mismos es, sin duda, esencial para nuestra salud mental. Posteriormente el ser humano ya a partir de los 6 años tiene la tendencia a abstraer, a socializarse, etc. Y así hasta la madurez, nuestras tendencias van manifestándose.

Todas estas tendencias humanas podríamos definirlas en una sola frase como: El impulso guía que nos ayuda a sobrevivir.

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