Hoy os quiero hablar concretamente de las Pizarras. Si os digo pizarras y escuela estoy segura que os imagináis las tipicas pizarras grandes que presiden el aula y están colgadas en la pared. Pero en un ambiente Montessori las pizarras que hay no son enormes ni están colgadas de la pared.
En un ambiente Montessori lo que se pretende es siempre ofrecer autonomía y elección del niño. Así que las pizarras están hechas para las manos de un niño. Y al mismo tiempo expuestas en el ambiente para que el niño pueda elegir libremente si quiere cogerlas o no. Que pueda elegir qué actividad hacer y por tanto dirigirse a la actividad y cogerla con sus propias manos. Y es obvio que una pizarra enorme colgada en una pared no se fabricó con este propósito. Sino con un propósito magistral donde el protagonista no es el niño sino el profesor y la pizarra. Mientras que en un ambiente Montessori el protagonista es el niño.
En los ambientes Montessori se prepara para la escritura a los niños desde bien pequeños, y con esto no quiero decir que se les ponga a escribir a los 2 años ¡no! ¡ni mucho menos!
En los ambientes Montessori se ofrece a los pequeños las actividades según sus necesidades y ritmos de aprendizaje.
Actividades que a simple vista podrían parecer, a quien no conoce la educación Montessori, incluso de risa y que por tanto no tienen importancia ni nada que ver con la lectura o escritura y ¡oh! ¡sorpresa! ¡LIMPIAR LA MESA PREPARA PARA LA ESCRITURA! Sí.
A simple vista pensaréis ¿pero cómo limpiar una mesa va a preparar a un niño para escribir? Sí, puede resultar curioso. Pero es una realidad. Limpiar una mesa lleva todo un protocolo de pasos que la guía muestra al pequeño. Cuando la guía observa que efectivamente está preparado para esta actividad y que le va a gustar hacerlo, la presenta.
Limpiar la mesa lleva consigo un movimiento especificos de la muñeca y la mano, también la direccionalidad de la mano a la hora de limpiarla en sentido de la escritura. Y no solo esa actividad sino todas las actividades llevan la direccionalidad del sentido de la lectura y la escritua. Por tanto cuando en Montessori decimos que las actividades de vida práctica preparan indirectamente para la escritura, estamos hablando precisamente de este aspecto donde los movimientos de la mano, el agarre de la pinza y el ejercitar la mano de una determinada forma está llevándonos hacía ejercicios cada vez un poco más complejos. Y todo ello siguiendo los ritmos de los pequeños y sus intereres que es lo más bonito que pueda dar una educación Montessori (y la educación en general) «seguir al niño».
Cuando la guía observa que el pequeño ya está preparado para ejercicios más complejos puede presentarle otros materiales que lleven consigo un grado más de dificultad. Siempre siguiendo la progresión de materiales para un buen funcionamiento y uso de los mismos.
Cuando nuestros pequeños comienzan a acercarse a las letras lo hacen siempre de lo concreto a lo abstracto y poco a poco. Los sonidos, las letras de lija, las plantillas metálicas, la bandeja con arena. Poco a poco van acercándose y preparándose para la lectura y la escritura.
Una de las actividades que realiza en los ambientes Montessori es trazar en bandejas de arena, como dice Maria Montessori «las manos son el instrumento de la inteligencia» y es así como los pequeños a través de sus manos y sus sentidos captan los movimientos. Primero han trazado las letras en lija y han impregnado su mente de esa sensación que tenía su llema del dedo cuando trazaban en lija una letra.
En los ambientes Montessori las pizarras las podemos encontrar expuestas en un stand de madera a la altura de los pequeños, para su fácil acceso. Si cogiéramos las pizarras de ese stand veríamos que hay 3 pizarras diferentes y dos de cada y que cada una tiene su función.
Tenemos por un lazo la pizarra lisa por las dos caras
La pizarra con líneas por una cara y cuadrados por la otra
La pizarra con pauta Montessori y cuadrados por el otro lado
Que sean las pizarras de una u otra manera tiene una explicación y es que con cada una podemos trabajar una cosa diferentes. Por ejemplo con la pizarra lisa se pueden trabajar los trazos, no hay un limite, no hay nada que nos detenga, el trazo puede ser lo grande o pequeño que el niño desee.
Las pizarras con líneas nos invitan a realizar un trazo específico que va desde el inicio de la línea hasta el final, es decir, continuo. Luego esta misma pizarra también nos da la posibilidad de trabajar otros trazos que no sean continuos sino discontinuos.
Las pizarras al mismo tiempo cuando el niño ya ha adquirido una comprensión del movimiento de la mano, de las letras y las ha trabajado. Entonces utiliza la pizarra para poder trazas las letras primero en la pizarra lisa donde el espacio no está limitado y luego en la pizarra con una linea. Ya más adelante cuando ya escribe con mucha más soltura puede pasar a la pizarra de pauta Montessori que requiere mucha más precisión para que la letra ocupe el espacio que nos indican las líneas.
La pizarra de cuadros la podemos utilizar para escribir los números. Y todo esto el niño lo hace mucho antes de poder escribir en un pápel. Sí completamente diferente a una escuela tradicional donde al niño se le obliga a realizar una ficha (de pápel antes que nada) donde dice directamente qué es lo que tiene que hacer representado por puntitos que tiene que seguir ¿qué es lo mejor? Juzgar vosotros mismos
Este material concretamente podréis encontrarlo en tiendas que vendan materiales Montessori, siempre es oportuno saber cómo y cuándo utilizarlo, así que personalmente siempre aconsejo formarse e informarse antes de comprar cualquier material. Porque no se trata de juguetes sino de materiales del desarrollo. Concretamente estas pizarras y stand para las pizarras que véis en las fotos son de Mumuchu. Podéis encontrar las pizarras AQUÍ. Y el stand AQUÍ.