EL MEJOR AUTOREGALO

EL MEJOR REGALO SE SIEMBRA PRIMERO. HOY TE CUENTO POR QUÉ Y CÓMO.

Hoy me gustaría enfocarme en la importancia del trabajo personal que tenemos que realizar cuando decidimos ser madres o padres. 

AVISO: ¡No dejes de leer hasta el final porque tienes regalazo!

Tenemos escuelas que nos enseñan matemáticas, lenguaje, filosofía, historia, etc. y lo curioso es que cuando vamos a ser madres o padres, que es la asignatura más importante de nuestra vida, no tenemos ese apoyo, esa escuela o tribu donde ponernos a punto. 

La maternidad y paternidad es un máster acelerado que dura toda la vida. 

Invertimos en una buena casa, un buen coche, porque son decisiones importantes, pero cuando llega el momento de invertir en mejorarnos como personas parece que nos despistemos.

Realmente tener conocimientos sobre desarrollo personal, crianza, educación, sobre cómo llevar nuestra casa, cómo abordar ciertos temas desde la tranquilidad no está en ninguna escuela, no hay una preparación para la vida y es triste porque es una inversión a largo plazo para nuestra salud emocional y física, y por supuesto, para las personas que nos acompañan en la vida. 

Podríamos dividir nuestras necesidades para poder disfrutar del día a día  en estos cuatro bloques.

 

En Montessori hablamos de la FLOR DE LA PAZ me gustaría mostrárosla con un dibujo:

Esta flor tiene mucho que ver con lo que he escrito al principio. 

LA CONCIENCIA DE MI MISMO, que es el centro de la flor. ¿quién soy? ¿qué vengo hacer aquí? mis debilidades, mis fortalezas, mi voluntad etc.

Hacer un viaje al interior a nuestro autoconomiento, pues antes de nada me debo querer y respetar, ya que es la única forma en la que puedo llegar a los demás. 

Cuando ya me tengo en cuenta entonces puedo ser CONSCIENTE DE LAS RELACIONES, cómo me comunico con los demás, la manera en la que hablo, escucho, comprendo, sin competencias con empatía y respeto.

Cuando ya soy consciente de mi y de los demás entonces estoy preparado para tener CONCIENCIA DE MI ENTORNO saber cómo cuidar aquello que nos rodea sin destruirlo, sabiendo que debemos respetar también nuestro ambiente.

LA CONCIENCIA DE LA CULTURA es aquello que nos hace sentir que pertenecemos a nuestro ambiente, a nuestro entorno y donde todas las áreas de aprendizaje cobran un gran sentido porque todas están interconectadas, un ejemplo de ello es la música (tiene matemáticas, arte, lenguaje). Y finalmente Pablo Lipnisky añadió a la flor de la paz la CONCIENCIA DE LA ABUNDANCIA, ¿por qué? Porque cuando hay escasez de abundancia empieza la competencia, empiezan las luchas de poder y el «yo soy más que tú».

Cuando tenemos conciencia de abundancia sabemos que la única competencia que tenemos es con nosotros mismos es superarnos cada día. Hacerlo mejor cada día, sin envidia, ni miedo, rabia…

Si somos conscientes de todo esto y lo aplicamos en nuestro día a día, en nuestra casa, en nuestra escuela ya estamos ofreciendo a nuestras criaturas la mejor base con la que podrían sostener sus cimientos, les estamos dando el corazón de la flor donde después ya vendrá todo lo demás.

 

A veces por el simple hecho de no salir de nuestra zona de confort no arriesgamos. Personalmente me ha pasado muchísimas veces. 

Así que he pensado en compartir mi autoregalo con vosotros y vosotras porque tal vez os pase un poco como a mi, sobre todo en tema de autocuidado, quizás el más importante y el que más se nos olvida. Ese centro de la flor.

Como sabéis el nombre de Aprendiendo no está puesto al azar, este nombre surgió porque aquí empecé comparto mis aprendizajes relacionados con crianza, educación, y autocuidado y sigo haciéndolo.

Hace poco me enviaron un mail coméntandome sobre un Bundle, que es un pack de cursos que durante una semana están a un 99,24% de descuento de su precio habitual, vamos, hablando alto y claro ¡están tirados de precio! ¡Como ir a unas rebajas nivel extremo!

La cuestión es que, evidentemente, no he querido perder la oportunidad, así que como tengo buena experiencia con los Bundles, porque no es la primera vez que hago uno, decidí comprarlo. Me dieron la oportunidad de comprarlo antes y esto realmente es una ventaja no sólo para mi sino para vosotros y vosotras porque os puedo decir qué cursos son los que personalmente veo que merecen muchísimo la pena y que están dentro de estos 4 pilares de los que os hablo.

A continuación os voy a enumerar un curso de cada uno de los 4 bloques que ya con esos 4 cursos habríais más que amortizado el precio del Bundle que ¡Agarraos porque esto es lo bueno! solo cuestan 55€ y son 75 cursos ¡75 CURSOS! ¡Ahora mismo el precio de un curso ya te cuesta 55€!

AUTOCUIDADO

CUIDADO DE LAS RELACIONES

CUIDADO DEL ENTORNO

CUIDADO LABORAL

Para el autocuidado me ha gustado el curso de:

Programa Vida Sen de Nuria Roura.

Valorado en 297€

 

Para la conexión en familia y cuidado de las relaciones:

Maternidad y paternidad consciente de Miriam Tirado.

Valorado en 147€

Para el cuidado del entorno:

Orden y Deco de Mar Vidal.

Valorado en 99€

Para el cuidado laboral:

Conviértete en una marca personal única. 

Valorado en 238,37€

¿Solo estos cursos de los 75 merecen la pena? Por supuesto que no, hay muchos más, como ya te digo estos son los que yo estoy haciendo y por los que yo me he comprado el Bundle. ¡¡Suman la friolera de 781,37€!! Ya solo por estos cuatro merece la pena gastarse 55€ ¿Qué son 55€ frente a esos 781,37€ que costarían sin el descuento? Te recomiendo 100%. 

¡ATENCIÓN! que luego vienen los arrepentimientos y el por qué no lo he comprado cuando tenía que comprarlo  ¡SOLO ESTÁ DISPONIBLE ESTA SEMANA! 

Y por si esto ya no fuera suficiente quiero hacer un regalazo. Si así como lees:

Para mi este Bundle es uno de los mejores que he hecho hasta el momento y lo digo de verdad porque al comprarlo antes he podido hacer varios cursos, que son los que os te he dicho arriba ¡tener estos cursos son oro!

Me han dado un enlace afiliado para aquellas personas que queráis comprarlo a través de mi enlace y como sois una comunidad bonita y muchas de las personas que me seguís valoráis mi esfuerzo he querido regalaros, a las personas que lo cojáis con mi enlace, un montón de cosas exclusivas.

OS LLEVÁIS SÍ O SÍ UNA VEZ REALICÉIS LA COMPRA CON MI ENLACE:

SUPER REGALAZO

Las láminas podréis descargarlas enseguida una vez me mandéis el ticket con el número de vuestra compra a través del enlace. 

Y ADEMÁS ENTRÁIS EN UN SORTEO INTERNACIONAL, SOLO LAS PERSONAS QUE ADQUIRIS A TRAVÉS DE MI ENLACE DE LOS SIGUIENTES MATERIALES FÍSICOS:

Es importante que para canjear los regalos que os voy hacer, sigáis los pasos.

Una vez adquirís los cursos a través de mi ENLACE que es ESTE me mandáis un mail con el ticket de compra para que pueda comprobar que es correcto y así mandaros todos los regalos. ¡Así de fácil!

SÓLO ESTARÁ DISPONIBLE ESTA SEMANA, Y LOS REGALOS SOLO LOS DARÉ SI LO HACÉIS A TRAVÉS DE MI ENLACE. 

UNA VEZ TERMINE ESTA SEMANA DEJARÁ DE ESTAR TODO AL 99,24% DE DESCUENTO. VOLVERÁ A SU PRECIO HABITUAL Y DEJARÁN DE EXISTIR LOS REGALOS. 

Estaré encantada de resolver vuestras dudas.  Me podéis preguntar todas las dudas que tengáis estaré disponible en: Instagram y facebook. 

TRANSFORMANDO UN AULA TRADICIONAL EN UN AULA QUE SIGUE AL NIÑO.

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Hoy tengo el placer de contar en el blog con Maria y Laia, dos maestras de Educación Infantil que han preparado un aula siguiendo y atendiendo las necesidades de sus niños. Su instagram es @laportablanca y ellas se conocieron hace dos años cuando les asignaron aulas paralelas de P3 y al mismo tiempo ser tutoras de P3. Su testimonio es la muestra de que con fuerza de voluntad, ilusión y ganas todo se puede lograr y así quieren transmitirlo ellas. Os dejo con sus ganas de cambiar las cosas para mejor…

Somos Maria y Laia. Podríamos deciros mil frases que ya sabéis como: el cambio es posible, si no haces nada no cambiará nada, quien la sigue la consigue… Y todas ellas serán ciertas pero lo que os queremos contar va más allá de todo esto. ¿Qué supone cambiar las cosas? ¿Hacia dónde queremos enfocar ese cambio? Cuando nosotras nos conocimos empezamos a compartir nuestras experiencias y creencias del mundo educativo. Enseguida conectamos, y empezamos a ser cómplices de crear espacios educativos dentro del aula que acogieran al niño, en todos los sentidos.

Pues en efecto, así empezó todo, nuestro cambio personal y profesional; reflexionando, conversando, imaginando y creando.

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Cambiar empieza en uno mismo, igual que cualquier aprendizaje, empieza en el descubrimiento y en la práctica. Nosotras nos hicimos la gran pregunta… ¿Qué supone ofrecer un espacio respetuoso y acogedor? A partir de esta pregunta sentimos la necesidad y la responsabilidad de ofrecer a nuestros alumnos lo que se merecían y necesitaban. Queríamos hacer de nuestra aula un espacio que acogiera sus necesidades. Y así surgió la siguiente pregunta: ¿Qué podemos hacer con lo que tenemos? Como si fuésemos arquitectas o diseñadoras de interiores, dibujábamos una y otra vez los planos de la clase, dibujábamos, borrábamos…

Nuestra aula estaba llena de mesas, sillas, muebles altos y antiguos, elementos fijos que no se podían mover, sin espacio reservado para guardar material y repleta de juguetes de plástico sin ordenar y sin supervisar.

¿Por dónde empezamos? Pues por lo más básico: ordenando, seleccionando y ¡aniquilando! materiales y juguetes viejos, rotos y pobres a nivel educativo. La frase es tan típica como real: lo importante no es la cantidad, si no, la calidad.

Una vez conseguimos clasificarlo todo en cajas, empezamos a pensar en qué tipo de juguetes queríamos ofrecer a nuestros alumnos. Le dimos mucho valor a los que no son estructurados, hechos de materiales diversos y que ofrecen al niño varias posibilidades de aprendizaje.

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Rodeadas de plástico por todos lados, empezamos a crear material de madera, de elementos naturales y reciclaje. Por supuesto, no pudimos crearlo todo nosotras, por eso, también empezamos a gastar algo de nuestro sueldo en la compra de material que creíamos básico para una clase de infantil. Así que nos pasamos muchas horas dando vueltas por Ikea, por Tiger, por páginas web como Jugar i Jugar y por todos los bazares de la provincia.

Seguíamos teniendo un problema, las mesas ocupaban todo el espacio. Quitamos algunas, las que pudimos, nos quedamos con la mitad. La verdad, lo hicimos sin hacer ruido, las metimos dónde pudimos: el cuarto de la caldera, el sótano… Dejamos las 25 sillas y justo un espacio (un poco apretados) para que todos cupiesen sentados a la misma vez en las mesas, para que nadie nos reclamara nada.  

Ya teníamos seleccionado los materiales, más espacio en el aula…

Decidimos estructurar el aula en diferentes ambientes… Teníamos claro que para desarrollar un juego educativo, ordenado y rico teníamos que facilitar espacios bien estructurados, claramente delimitados y con el material disponible para que de manera autónoma los niños pudieran usarlo.

¿Pero que hacíamos con los armarios altos como torres? En un momento de locura y conspiración, se nos ocurrió tumbar un armario/estantería que no tenía patas. De esta manera, tumbándolo en horizontal y cambiándole las estanterías de sentido, conseguimos un mueble que nos permitía presentar los materiales a nivel del niño al estilo Montessori.

El resto de muebles-estantería los desencajamos de la pared y los pusimos de manera que separan un espacio de otro. Aun y así, nos faltaban muebles bajos para poder colocar materiales y por eso compramos algunos por Wallapop y otro lo cogimos de la calle el día de “Muebles a la calle”

Estructuramos el aula teniendo en cuenta las inteligencias múltiples.

De manera que creamos varios ambientes (hablamos ahora del aula de P4):

  1. Un espacio de mini-mons o looseparts.
  2. Un ambiente con materiales de lógica y matemáticas.
  3. Un atelier, para desarrollar la creatividad artística.
  4. Un rincón de cuentos, con cojines, colchonetas y sillones para invitar a la lectura.
  5. Otro espacio de escritura y trazo, con juegos, hojas, bolis y pizarras.
  6. No podía faltar un espacio para desarrollar el juego simbólico.
  7. Y por último, un espacio donde hacer asamblea.

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Pero aun nos quedaba un gran aspecto a resolver… Dónde meteríamos todos esos materiales que no queríamos ofrecerles a los alumnos y que no podíamos tirar, ya que en el curso siguiente, teníamos que dejarlos en el aula.

¿Dónde almacenábamos los materiales que no queríamos ofrecerles en ese momento? El hecho de pensar qué juguetes queremos que usen, implica reflexionar sobre en qué momento del curso nos interesa que jueguen más con unos o con otros. Así que como buenamente pudimos fuimos colocando encima de los armarios altos y en algún rincón del aula ese pequeño trastero de juguetes… no es lo ideal, pero como siempre nos decimos a nosotras mismas: hacemos lo que podemos con lo que tenemos.

Para terminar, con el resto de elementos fijos del aula, que no podíamos ni mover, ni tumbar, ni aniquilar; les intentamos dar otro enfoque. Como por ejemplo: montar el espacio de escritura donde tenemos la pizarra.

Somos maestras en el aula y fuera de ella. Tenemos una profesión que si la sientes como nosotras, te marca personalmente y profesionalmente, te condiciona y te hace crecer como persona. Hace que estés en continuo aprendizaje ya que sentimos una gran responsabilidad hacia nuestro trabajo (el mejor del mundo jeje).

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Respetar la infancia, pura, salvaje y autentica, entender y aprender cómo funciona el cerebro del niño implica luchar contra “lo que se ha hecho siempre”, la comodidad, las modas, el desconocimiento, los “no lo intentes, no lo conseguirás”, implica llevarse algún que otro disgusto defendiendo lo que crees, lo que has estudiado, lo que tu experiencia te dice…

Pero en definitiva, cuando paras y piensas, ¿por qué me desvivo tanto por esta profesión? ¿Quién me manda a mí gastar de mi propio sueldo para trabajar mejor?

Sólo hay una respuesta: por ellos y ellas. Que te reciben cada día con una sonrisa, un abrazo y un te quiero incondicional. Que aprovechan todo aquello que preparas, ellos y ellas que viven motivados por aprender, que te dicen gracias, que te miran con ojos atentos, que te observan mientras no los ves… Que se dejan llevar por sus emociones, que son puros, nobles, incansables. Por ellos y ellas, para que sus vivencias en la escuela vayan de la mano de la felicidad.

«TAN MAL NO HEMOS SALIDO» ¿has escuchado alguna vez esta frase cuando hablas de una educación respetuosa?

Muchas veces como familia que llevamos los principios de una educación respetuosa en la infancia, nos sentimos incomprendidos y juzgados, por amigos, por familiares, incluso por gente a la que no conocemos y se cree con el derecho a opinar, incluso intervenir en nuestros quehaceres ¿os suena?

Sucede esto por ir a contra corriente y educar a nuestros pequeños alejados de lo comúnmente conocido, y digo esto, porque ¡ojito! que sea conocido por todos no significa que sea lo mejor…A veces el trabajo más duro del ser humano es aceptar los errores, hablo de nuestra generación, generación, justamente, donde hemos sido educados para ganar y nunca equivocarnos, y así hemos visto el error como algo «malo». Y por tanto no paramos de escuchar la frase «Si tan mal no hemos salido» y mi pregunta ante esa frase es ¿Podría haber sido mejor? Si vuestra respuesta es sí, entonces toca replantearse qué cosas podemos mejorar y hacerlo. Aceptar que han habido cosas que no han funcionado, aceptar que se han equivocado, que nos hemos equivocado, y que no es «malo». Sino que es la manera, sí, la manera de crecer como sociedad, cómo personas . El error no es un problema es una enseñanza y un aprendizaje. Abordar la infancia desde el respeto que merece, debería ser una de las primeras cosas que nos replanteáramos, porque sí, está claro que el niño tiene que aprender a aprender. Pero el adulto tiene que aprender a enseñar. Y ya no hablo de que la educación que reciba el niño sea Montessori o no. Más bien hablo de un principio, de un derecho y una necesidad en el ser humano desde el momento de su nacimiento. Y, por supuesto, es una tarea muy dura empezar ese cambio. Un cambio que requiere constancia, consciencia y todo nuestro respeto. No solo con nosotros mismos sino con los demás.

La cuestión es que actualmente es difícil poder conectar con una sociedad que bueno…no se como llamarla tal vez…»estancada»…en cuanto al entendimiento de la infancia se refiere. Pero es porque cada uno de nosotros llevamos nuestra mochila a cuestas, esa mochila de aprendizajes, de tradiciones, de ideas donde nos dijeron que era lo correcto, y que a su vez a nuestros padres les dijeron
Con respecto a eso os lanzo esta pregunta ¿Pero por qué no ponerlo en duda? ¿Realmente funciona? Y entonces alguien me dirá «Tan mal no hemos salido» Y entonces yo pregunto ¿podría haber sido mejor cuando eras pequeño/a? ¿Podrían haberte abrazado cuando llorabas desconsoladamente y encima te gritaban y te decían «te has portado muy mal, eres un niño malo»? ¿Podrían haberse ahorrado palabras como «qué antipatico/a» cuando un día no quisiste darle un beso a un familiar? ¿Podrían haberse ahorrado esa palmada en el culo cuando tu querías coger aquella cosa que tanto te gustaba? ¿Podrían haber intentado enseñarte que no se quitan las cosas sin quitarte a ti mismo la que llevabas en la mano en ese momento? ¿Podrían?

Pongámonos en sus zapatos…Pongámonos nuestros zapatos del pasado ¿Por qué a tí cómo adulto cómo te gustaría que te tratasen en tu trabajo, tus amigos, tu familia…tus hijos? ¿Cómo crees que merecemos ser tratados? ¿Con dictaduras? ¿Con autoridad? o prefieres más ¿la comprensión, la empatia y el diálogo?

Ahora se empieza a oír de una manera muy poderosa propuestas educativas totalmente contrarias a lo que llamamos «educación tradicional»y al mismo tiempo totalmente conectadas a la infancia. Donde se tiene en cuenta el niño y sus necesidades de vida según va creciendo.

Considero sinceramente que la educación Montessori debe tener mucha más difusión, no es que sea importante para un cambio, es sencillamente necesario, o eso creo yo. Porque lo interesante para tí, para mí…lo interesante como madres y padres no es que nuestro hijo/a vaya a un ambiente Montessori, que si va, perfecto. Pero eso no es lo más importante para empezar a cambiar.

Lo interesante para empezar a cambiar es que un número muy grande de niños puedan beneficiarse de una educación respetuosa, que sepa entenderlos, respetar sus ritmos, su autonomía, sus grados de independencia y sus necesidades. Y todo esto desde el amor más profundo, desde el acompañamiento guiado. Y en mi caso, como el blog indica, me refiero a la educación Montessori, pero considero que hay que ser abiertos de mente y saber que hay pedagogías que también son muy valiosas, incluso que conectan a la perfección con la educación Montessori. Lo interesante es que un gran número de niños cuente con un gran número de adultos que sepan sobre la importancia de los primeros años de vida de un bebé, de un niño, sobre la importancia del ejemplo que damos, sobre la importancia de no interrumpir, de saber observar, acompañar, guiar cada una de las nuevas necesidades que van surgiendo a lo largo de la vida de un niño.

¿Cómo hacemos esto? DIFUSIÓN compartir, compartir y compartir. Que se lea, que se oiga que se escriba…Y me niego a decir que la educación Montessori es una pedagogía alternativa, así como otras pedagogías respetuosas metidas todas en ese saco ALTERNATIVO. Personalmente considero que no son alternativas, porque creo que no son una alternativa a la «educación tradicional» sino que son una necesidad para cambiar la educación actual, es decir, que la educación que debería tener más peso es la educación que realmente cumpla con las necesidades de los niños y no con las necesidades de los adultos. Así que no, no son una ALTERNATIVA, son una NECESIDAD. Porque es de vital importancia sentirnos comprendidos, sentir que cuando estamos hablando nos están escuchando, nos están entendiendo y nos están respetando aunque no compartan nuestra opinión. Porque sentirse acompañados es parte de la vida, sentir que tenemos personas que cuando estamos mal están ahí para darnos un abrazo, para tendernos su mano. Porque sentirnos valorados es crucial para sentirnos queridos y sentir que lo que hacemos tiene sentido. Porque sentirnos respetados es más que importante, para que podamos vivir cómodamente en familia, junto amigos, en sociedad. Porque sentir que pertenecemos, que se nos tiene en cuenta, es algo esencial para poder seguir caminando sin sentir soledad. Porque en ese sentir…estamos TODOS, absolutamente TODOS. Y cuando digo todos me refiero indiscutiblemente a los NIÑOS.

Así que en ese «tan mal no hemos salido» pregúntate siempre «¿podría haber sido mejor?»

Recordad que en nuestra mochila de adultos una de las cosas que llevamos es el «miedo al fracaso», el «miedo a arriesgar» y definitivamente el «conformarse»…recordad pues que el fracaso solo trae éxito, porque para aprender hace falta fracasar. Recordad pues que arriesgar es la manera de empezar a cambiar algo, que conformarse no nos hace más fuertes sino poco críticos y poco felices. Así que aceptemos los errores que se cometieron generaciones atrás, veamos esto como algo estupendo para poder empezar a crecer y aprender de estos errores para cambiarlos.

Si realmente queremos sentirnos comprendidos, queremos que se nos respete, queremos que se nos comprenda. Y por supuesto lo mejor para nuestro hijo. Lo mejor es que las pedagogías que respetan al niño y sus ritmos de crecimiento llegue a un gran número de personas, de esta manera será todo más fácil, de esta manera podrá llegar a más gente con la que poder sentirnos conectados, personas con las que poder avanzar para empezar a cambiar ideas demasiado arraigadas en nuestra sociedad, ideas viejas que necesitan ser renovadas. Ideas que uno solo no puede cambiar, tenemos que empezar hacer tribu y esto significa también respetarnos entre nosotros.

DIFUNDIENDO estaremos ayudando a que llegue más lejos, y que más personas sientan lo mismo que sentimos nosotros, que es necesario un cambio.

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