María Montessori pensaba que la meta de la educación era cultivar el deseo natural del niño por aprender.
La motivación de la Dra. Montessori era crear un mundo mejor mediante la educación del «espíritu» de cada niño. Esta palabra lejos de tener un aspecto religioso, lo que viene a decir es no se trata de educar para uno mismo, en la individualidad y la competencia, sino de educar para tener la capacidad de maravillarse, de respetar a los demás, de cuidar nuestro mundo, nuestra Planeta. De comprender y aceptar a los demás tal y como son. De tratar de ser pacíficos, compasivos, bondadosos y saber recibir y ofrecer amor. En definitiva de saber estar y vivir en sociedad.
Dicho esto, voy a enumerar algunas de las características que presenta un espacio Montessori:
1.Ambiente preparado. El ambiente está cuidadosamente preparado para los niños, donde tienen fácil disponibilidad a todo lo que rodea al ambiente. Éste se presenta de una manera atractiva, que invita a trabajar, a experimentar, en definitiva a aprender. Cada cosa en su lugar, limpio, bello, cuidado. Normalmente predominan los colores neutros, naturales, blancos, para focalizar la atención, entre otras cosas, en los materiales. Evitando distracciones innecesarias y propiciando un clima de concentración.
2.Edades Mixtas María Montessori prepara para la sociedad, pese a lo que muchos piensen o digan. Y aquí lo vemos, en nuestra vida, en nuestro día a día, coincidimos muy pocas veces con personas de nuestra misma edad. Incluso nuestros amigos suelen ser de edades diferentes ¿lo habíais pensado? Pues así es…un espacio Montessori es la representación de una mini-sociedad. De la misma manera el más pequeño se fija en el más grande y el más mayor repasa lo aprendido ayudando a el más pequeño.
3.No se obliga al niño a realizar ninguna actividad en concreto, es éste quien libremente elige la actividad.
4.Guía y Asistente: Podría comparase a lo que actualmente en la educación tradicional llamamos maestra. Pero por la misma razón que la palabra guía y maestra no significan lo mismo, tampoco ellas realizan la misma función. Mientras la maestra es el punto focal de la clase en la educación tradicional, en Montessori es el ambiente, el medio que rodea al niño lo que cobra realmente importancia.
La guía es una observadora, observa detenidamente el progreso de cada niño, sus ritmos de aprendizaje, llevando un registro diario. La guía por sus observaciones y su entrenamiento sabe cuando y como debe presentar el material al niño. Tiene en cuenta todos los aspectos de la filosofía Montessori: periodos sensibles, entre otros, para poder presentarlos.
5.Ambiente sin competencia no se juzga al niño, no se le compara con otro niño.
Cada niño es único, tiene sus ritmos de aprendizaje, sus intereses y hay que apoyarlos, seguirlos, respetarlos y observarlos. Nadie es más que otro, ni menos. Todos son parte importante del funcionamiento del ambiente.
6.Materiales Montessori no son la parte más importante del salón Montessori, son la continuación de un aspecto muy importante como lo es la filosofía total Montessori. María Montessori desarrolló y diseñó, tras sus años de observación, de las necesidades de los niños, un conjunto de materiales.
La magia de estos materiales se encuentra en que todos están completamente interrelacionados entre sí. Siguen una progresión, primero hay que hacer uno para poder lograr otro más complejo.
Están pensados para experimentar, para ser manipulados con las manos. Para adaptarse a las necesidades específicas del niño. Están cuidadosamente diseñados para ofrecer aprendizajes específicos a través del uso repetido y en contexto con otros materiales. Ideados para ser utilizados de manera autodidacta, presentando un control de error «inherente».
Es importante saber que los materiales deben ser presentados al niño por una guía entrenada para ello.
7. Actividades en grupo no todas las actividades se trabajan de forma individual, en un ambiente Montessori también se realizan actividades grupales como:
-Caminar sobre la línea (elipse).
-Juego del silencio
-Historias
-Canciones
-Poemas
8. Tres normas básicas Respetar a los demás. Respetar el ambiente (materiales). Respetarse a sí mismos.
Los niños en un espacio Montessori experimentan el autoaprendizaje. De la misma manera se le ayuda a que perfeccione sus aptitudes naturales. Para que el niño aprenda debe prestar atención a lo que está haciendo, debe concentrarse y para ello algo fundamental, y para María Montessori muy importante, es el uso de las manos, pues la mano es la principal maestra del niño.
En los ambientes Montessori se tienen en cuenta los periodos sensibles (sino sabes que es te recomiendo que mires este POST).
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