LA DISCIPLINA POSITIVA Y LA PERTENENCIA DEL NIÑO

Que duro es cuando nos sentimos solos aún estando rodeados de personas. Es por ello que lo contrario a la soledad no es la compañía sino la PERTENENCIA. El ser humano necesita sentir que pertenece a un grupo (amigos, escuela, trabajo, familia). Sentirnos identificados con ese grupo.

¿Pero por qué es importante el sentido de pertenencia? En Disciplina Positiva se habla todo el tiempo de esta palabra PERTENENCIA porque el ser humano gracias a ella puede sentirse motivado, feliz, interesado por las cosas, saludable. Lo contrario a la pertenencia sería ser EXCLUIDO y esto implicaría una desmotivación, un desinterés y un estado anímico e intelectual con bajo rendimiento.
Nos pasa a todos los seres humanos que cuando sentimos que no pertenecemos nace en nosotros la soledad aunque a pocos metros tengamos a millones de personas. Esto mismo le ocurre al niño. A nuestro hijo. Necesita, desde que nace PERTENECER, sentir que forma parte de la familia, cariño, amor, protección ante su fragilidad son las cosas que una familia proporciona a la llegada de su bebé.
 ¿Qué sucedería si el bebé que un día fue ahora ya es niño y está esperando un hermanito? ¿qué pasaría si la familia, aunque desde su amor, no supiera mostrarle esa pertenencia? 
El niño posiblemente adquiriría las funciones del bebé, volvería a someter su lenguaje (ya aprendido) a uno más primitivo como el de su hermano, bebé, balbucearía. Posiblemente dejaría de realizar sus necesidades en el váter para hacer como hace su hermano bebé. Pero ¿Por qué? Porque necesita pertenecer. Porque desde que su hermano bebé llegó a casa toda la familia no deja de adorarlo y es el protagonista del hogar. El niño en un acto de «supervivencia» se da cuenta de que se hace visible y notorio ante la familia cuando habla como su hermano, cuando se hace caca encima como su hermano. Es por eso que encuentra una nueva forma de PERTENECER pero sin ningún otro tipo de fin. Simplemente necesita volver a sentir que pertenece en su grupo familiar. Este es un ejemplo de pertenencia en el niño, pero existen muchos más. Y las soluciones a estos casos siempre deben ser hacer participe al niño de las cosas que suceden en su familia para que sienta que pertenece, para que no sienta esa soledad aun estando rodeado de personas.

Como veis la Disciplina positiva es una gran herramienta para el adulto, para los padres, para entender al niño, para ponernos en sus zapatos. 
En nuestra familia la estamos llevando a cabo porque va en sintonía con la filosofía Montessori, pues ambas hablan del respeto hacía el niño y de la preparación del adulto. Como ya os dije en otros post considero que ambas, la Disciplina Positiva y la filosofía Montessori, unidas son muy poderosas. Nosotros desde que las conocemos no podemos obviarlas, pensamos que son necesarias, que se trata de sentido común. Apostamos por una crianza respetuosa y es por ello que nos servimos de herramientas que se complementen tan bien como estas dos. Porque como ya dijimos anteriormente Montessori no son sólo materiales, Montessori va mucho más allá es el completo entendimiento del ser humano desde que nace, es la forma natural en la que deberíamos entender y respetar a los niños. Es SER y ESTAR desde el CORAZÓN y la RAZÓN. Por eso es una filosofía de vida.
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Una respuesta a «LA DISCIPLINA POSITIVA Y LA PERTENENCIA DEL NIÑO»

  1. Muy interesante esta serie de posts, ¿Podrías recomendar bibliografía sobre DP? o ¿qué recomiendas para profundizar un poco más? Como siempre, gracias. Este blog es un punto de aprendizaje contínuo! Me encanta!

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