Me gustaría recordar una vez más, antes de seguir el post, que Montessori son mucho más que materiales, es toda una filosofía de vida. Cómo te diriges a tus hijos, cómo les hablas, cómo resuelves los conflictos, cómo confías en ellos, cómo les das una libertad guiada…sin duda, es primordial entender todo esto antes de poder ofrecer ningún material, de la misma manera que se debe entender que el material no es mágico, no da su fruto si no se sabe cómo presentarlo, por eso en los ambientes Montessori está el adulto entrenado, EL/LA guía, persona cultivada y trabajada, capaz de aislar cada movimiento de manera precisa, analítica y cuidadosa y sobretodo capaz de observar y determinar en que periodo sensible se encuentra el niño y que necesidades surgen a lo largo de su desarrollo para poder ofrecerle así un ambiente adecuado para ello.
El de manera espontánea elige qué actividad desarrollar, el tiempo también lo decide él. Previamente le presenté cada una de las actividades que veis en la foto, teniendo en cuenta que todavía no tiene voluntad (por el tema de la espera) por lo que las presentaciones no son tan precisas y pausadas sino más bien invitan a la exploración. No las presento de golpe, sino una cada día o cierto tiempo, y de manera espaciada. Siempre en función de la observación. Voy cambiando el material de la estantería también en función de la observación.
Normalmente pasa de una actividad a otra sin dirigirse a mí. Pero soy consciente de que estamos en una casa donde no hay más niños y el adulto, osea una servidora, no pasa desapercibida, porque es imposible soy su madre y además solo estamos él y yo, visualmente no puedo camuflarme, por tanto evidentemente se nota que estoy, aunque intento que no sea así.
No le interrumpo pero si veo que tiene dificultad si le pregunto «¿te puedo ayudar?». De esta manera no intervengo pero si le pido permiso cuando veo que le cuesta realizar cierta actividad , a veces es él mismo quien me lo dice «ayuya». Una vez el considera que ha sido suficiente el tiempo en la habitación me busca para ir a la terraza pues la puerta por el frio permanece cerrada y solo la puede abrir mamá. Así que allí nos vamos…siempre bien abrigados, que hace fresquito.
Quisiera remarcar que la habitación Montessori permanece abierta en todo momento por las mañanas y tardes para cuando el quiera salir y entrar, nunca se cierra, a no ser que sea de noche u observe que no es día para tenerla abierta, que ya es como cuando cierran el «cole»…)
La terraza también está preparada para que pueda interactuar en ella de manera libre. Los materiales y juguetes que hay aquí no se los he presentado, igual que tampoco le he presentado los que están en el salón comedor, únicamente le presento los que hay en la habitación Montessori y en la cocina la actividad que precise presentación.
Deciros que nuestra casa es bien pequeña, solo tenemos dos habitaciones, una para dormir papá, mamá y el pequeño (hacemos colecho) y otra para el ambiente Montessori y las siestas si así lo desea.
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