Queremos inculcarles amor por la lectura ¿y cómo lo hacemos? Obligándoles…¿tiene sentido?
Me gustaría enumerar las razones por las que los niños no deberían tener lecturas obligatorias:
1. El objetivo no debería ser que los niños lean determinadas obras antes de que lleguen a los 30. Sino que amen la lectura. Que se conviertan en un lectores de por vida.
2. Obligar a un niño a leer supone en el niño la negación total por leer. No lee por puro placer, lee porque un adulto le está obligando hacerlo.
3. La lectura debe despertar pasión, ganas, entusiasmo. Ofrecer una lista de lecturas a nuestros pequeños crea en ellos un rechazo por el que se sienten indiscutiblemente forzados a elegir entre todos esos libros que posiblemente no comprendan o no les interese.
4. Forzar a leer a todos los niños un mismo libro es un sin sentido. Cada niño, tenga 18 meses o 12 años tiene un ritmo diferente de aprendizaje, igualmente tienen necesidades diferentes. Como nos pasa a los adultos. Eso no quiere decir que unos sean más inteligentes que otros, simplemente que somos diferentes.
5. Lo importante no es leer el Quijote. Lo más importante es inculcar el amor por leer.
Si resulta que nunca lee el Quijote no pasará nada, porque lo esencial ya lo tendrá y será ser un niño y adulto lector porque así lo siente y así lo ha elegido.
¿Y qué podemos hacer para que los niños amen la lectura?
1.No forzar el aprendizaje de la lectura, ni tampoco de la escritura
2. No pretender que un niño lea antes de llegar a primero de primaria. Porque aprender a leer debe ser un proceso tan natural como cuando aprendimos a gatear o andar.
3. En esto no hay magia simplemente respeto.
4. Fomentar la lectura en los niños leyéndoles nosotros primero a temprana edad.
5. Ser conscientes de que la libertad (que no libertinaje) debe ser parte de nuestra vida, para todos. Dejar que un niño tome la decisión de qué es lo que quiere leer es más que importante, es vital para una educación basada en el respeto.
6. Tener presente que posiblemente jamás lea lo que nosotros queremos que lea, pero tal vez si leerá a otros autores que le hagan sentir un cosquilleo en la tripa para no parar de leer sus páginas.
7. Saber que la pasión por la lectura es cuando uno siente que quiere leer y que es libre de hacerlo.