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Por una infancia libre de estereotipos de género. MI TUTÚ

Hace un tiempo Gessamí de editorial minis se puso en contacto conmigo para crear un mini cuento, no os podéis imaginar la ilusión que me hizo su propuesta y más sabiendo que tenía super claro de que quería hablar en un cuento destinado a las/os más pequeña/os. Quería hablar sin tapujos de algo importante, de algo que yo misma vivo día a día, quería un cuento libre de estereotipos de género pero lo quería narrado de la manera más sencilla y concreta, de la manera en la que las/os más peques ven las cosas: LA NATURALIDAD. Porque es así como siento que debe mostrarse las cosas. Para mi este mini cuento ha supuesto más de lo que podéis imaginar, porque este tema me parece muy importante. Así que enseguida contacté con mi amiga Marta Abad Blay porque sabia que sus ilustraciones iban a captar la ternura, sencillez y naturalidad con la que quería transmitir el cuento. Realmente ha sido todo un placer compartir esta aventura con ella.

Desde que tengo un hijo me he dado cuenta, todavía más, de la sociedad en la que vivimos donde por desgracia existe el machismo y los micro machismos. Pero lo triste es que existe desde el momento que naces: 

el color rosa para niñas, el azul para niños. Las faldas para niñas, los pantalones para niños. Los niños quieren más a las madres, las niñas a los padres. Las niñas son más delicadas, los niños son más brutos. Las niñas pueden llorar, los niños si lloran no son valientes ni hombres. Las niñas juegan a muñecas, los niños tienen que jugar con coches y super héroes. Las niñas se apuntan a ballet, los niños no pueden ir a ballet porque tienen que ir a karate.

 Y mi pregunta es sencilla ¿Por qué? ¿por qué nos empeñamos en encasillar a los niños y a las niñas? ¿Por qué un niño no puede ir a ballet? ¿Por qué no puede llorar? ¿Por qué un niño no puede pintarse las uñas? ¿Por qué no puede ponerse un tutú? ¿Por qué? Yo os respondo: Nuestra sociedad es Heteropatriarcal. Donde el hombre debe presentar rasgos rudos rozando la insensibilidad, tiene que ser bruto, dominante, protector, fuerte. Mientras que la mujer debe ser delicada, sensible, dulce y por supuesto tener menos fuerza que un hombre. Y a esto si os fijáis bien no tiene ningún sentido, ni tampoco es beneficioso para nadie. El heteropatriarcado posiciona al hombre en una actitud dominante sobre la mujer. Y al mismo tiempo no da la posibilidad de que el hombre pueda ser como le de la gana ser y la mujer pueda ser como le de la gana ser.

Cuando somos padres/madres debemos de dejar de lado estas actitudes, debemos desaprender para volver a aprender. Ser conscientes de que oprimir a nuestras niñas, a nuestros niños en su juego, en su vestimenta, en su día a día no tiene sentido, no es natural. Dejemos que sean como quieran ser. Dejemos que nuestro hijo vaya a ballet, se ponga tutú, vaya de rosa, se pinte las uñas y llore. Y dejemos que nuestra hija juegue a super héroes, a coches, vaya a fútbol si es que así lo desean. No fomentemos el machismo. En estas cosas que parecen pequeñeces, para algunos, hay un gran mensaje que le estamos dando a nuestras/os peques.

No hay nadie superior a nadie, nadie tiene el poder sobre nadie, los sentimientos hay que expresarlos todos son válidos, la ropa es ropa y te puedes poner la que quieras. Jugar es trabajo de la infancia y no deberían existir roles de género. 

Decidí escribir «Mi tutú», para algunas personas una apuesta arriesgada, porque no creo en los roles de género. Para mi este mini cuento es un regalo para mi hijo. 

Quiero un mundo en el que mi hijo respete y le respeten. Quiero un mundo en el que mi hijo comprenda que las tareas de la casa son para todos por igual, en el que entienda que llorar es algo natural que no por hacerlo es menos valiente o menos hombre. Quiero que mi hijo si alguna vez está delante de una mujer y le dice ¡No! entienda que ese No es No.

«Mi tutú» es la historia de un niño, un niño al que le encanta su tutú. Le gusta tanto que se los pondría todos los días. 

Esta historia bien podría ser la de una niña a la que le gusta jugar a fútbol o llevar el pelo corto, o de un niño al que le encanta pintarse las uñas o llevar el pelo largo. Esta historia bien podría ser la de tu peque o la del amigo o amiga de tu peque. Y aquí es cuando la historia puede tomar muchos rumbos pero yo solo he elegido uno. El de la naturalidad de la infancia. El de los ojos de la inocencia, de la comprensión, del esto no es lo importante. Porque lo importante en la infancia, haced memoria, que también fuisteis niños y niñas…no era juzgar al otro, no era tener más poder que el otro, no era ser el más bruto o la más delicada, eso eran cosas que los adultos nos decían y que se siguen diciendo. Lo más importante en la infancia es jugar y jugando las/os niñas/os siempre se entienden. Lleven lo que lleven puesto. Porque solo un niño, una niña es capaz de ver con el corazón. Porque como decía el principito «Solo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos».

Mamás/Papás os invito a que reflexionéis sobre las frases que les decís a vuestras/os hijas/os, os invito a reinventaros, a ser capaces de no tener miedo, de no tener vergüenza por lo que lleve puesto vuestra pequeña, vuestro pequeño. Os invito a que sigáis a vuestras/os peques, a que les deis la oportunidad de ser, de elegir, a que le ofrezcáis todas las opciones con total naturalidad.

 

¡Aquí está MI TUTÚ para quienes quieran empezar a cambiar las cosas!

Os espero en instagram y facebook por que esto solo acaba de empezar @mituturosa @aprendiendoconmontessori