La maternidad nos transforma. 3 libros que cambiarán tu mirada.

La maternidad nos transforma…y entonces acostumbramos a  leer libros, durante este encuentro y crecimiento, que muestran cómo comprender a nuestros hijos e hijas. Pero en ese comprender nos perdemos nosotros, los adultos, porque quizás el problema no está en qué hace mi hijo o hija sino en qué hago yo, cómo estoy ante esa situación.

Hace poco descubrí a Mada Guzman y me pareció muy bonito su proyecto, así que por esta razón la he invitado al blog, creo que sus libros nos llevan a esa parte tan profunda que estamos olvidando, nuestro instinto maternal, ese que se descubre con el día a día de nuestra maernidad siendo. Os dejo con la entrevista y fotos del interior de sus libros. Son tres y realmente son un viaje a nuestro propio crecimiento como madres/padres. 

Cuéntanos un poco sobre ti Mada ¿Quién eres? ¿Cómo llegaste a este escalón en el que te encuentras, el de escribir un libro?

 Siempre me ha costado definir o describir quién soy. Quizás porque sé que las palabras permanecen y yo siento mi vida como una constante transformación. Sin embargo, hay algo que no ha cambiado desde que era muy pequeña: mi pasión por bailar, leer y escribir.

Lo que nunca imaginé es que escribiría sobre maternidad y crianza, pero mi hija mayor llegó para revolucionarme, para desmontarme las certezas que tenía y para empujarme a conectar conmigo misma. Querer darle lo mejor me hizo ver la incoherencia tan grande en que vivía y lo atrapada que me sentía, pese a no ser consciente de ello. Ese proceso de vuelta a nosotros mismos nos hizo a mi pareja y a mí dejar el trabajo y la vida que llevábamos, viajar conociendo multitud de familias y proyectos educativos y poner en pie los proyectos que fuimos necesitando para cubrir las necesidades de toda la familia. A día de hoy soy madre de una niña de 7 años y un niño de 2 y me dedico, junto a mi pareja, al proyecto de crianza consciente Desaprendiendo Para Aprender desde el que ayudamos a otros padres y madres a criar desde la coherencia, el ejemplo y el amor incondicional.

¿Qué te impulsó a escribir esta esta trilogía?

Cuando me convertí en madre sentí una sed enorme de aprender, de comprender qué me estaba pasando, de poner palabras a tantas emociones juntas y a tantos cambios. Devoré libro tras libro y sin duda, encontré algunos fantásticos que me ayudaron profundamente en este camino. Pero había algo que me faltaba, algo que echaba de menos. La mayoría de libros de maternidad y crianza te hablan de cómo tienes que hacer las cosas como madre y para mí había un vacío. Quería libros que enfocaran la maternidad no desde lo que tenía supuestamente que hacer como madre, sino desde el crecimiento personal tan grande que implica. Echaba de menos una mirada a la maternidad como experiencia transformadora. 

Y Gozar la maternidad viene a llenar ese vacío que sentí, aportando mi experiencia y mi visión a quien, como yo, antes de buscar las respuestas fuera, quiere encontrarlas dentro de sí.mues

La trilogía es una autoedición ¿fue difícil el proceso de crearla? 

No te voy a decir que haya sido un camino fácil pero he de reconocer que echando la vista atrás es cuando soy consciente de todo lo que he tenido que hacer para lograrlo. Y no solo eso, sino que también me doy cuenta de todo lo que he crecido para poder hacerlo realidad.

No soy en absoluto la misma que se sentó a escribir meses atrás la primera página del primer libro. Y si algo he aprendido en este proceso es que lo que nos impide alumbrar los sueños que tenemos no son tantos nuestras circunstancias como nuestra mentalidad. Cuando creemos que es posible y nos comprometemos 100% con ello, es cuando se vuelve tangible aquello que anhelábamos.

 

Los escribiste durante tu maternidad ¿Cómo fue posible conciliar y escribir? 

Como decía, llevar a cabo nuestros sueños implica nuestro compromiso. Un compromiso que va más allá del que creemos que podemos dar. 

La clave para mí está en el cambio de hábitos, pues es la suma de muchas pequeñas acciones la que nos permite obtener resultados diferentes.

Me fijé un número de páginas al día y cada día madrugaba mucho más de lo habitual para comenzar a escribir. Así muchos de los días, cuando mis hijos se despertaban yo ya había escrito mis páginas diarias. Pero no todo siempre es tan fácil e idílico. Lo cierto es que muchos otros días mi peque se aferraba a la teta y no me podía levantar a escribir en la mañana. Entonces escribía desde el móvil mientras él dormía a mi lado, o continuaba más tarde. Tener claro mi objetivo diario, me obligaba a buscar la manera de que fuera posible y, curiosamente, por más que madrugara y estuviera todo el día a tope, me sentía totalmente llena de energía, mucho más que de costumbre.

 

Son tres ¿Cómo surgieron? ¿uno detrás de otro?

Comencé desde el principio sabiendo que estaba escribiendo una trilogía pero fue escribiendo que descubrí de qué iba cada libro realmente. 

Al principio yo solo tenía la intención de hablar sobre la culpa en la maternidad y, al final, la culpa es solo un capítulo del primer libro. 

Escribir me permitió poner orden a una infinidad de emociones y reflexiones que vivían en mí, y que estaban esperando ser compartidas con el mundo.

 

¿Cuál de los tres libros es el que más te gusta o el que tiene para ti un mensaje especial?

 

Mmm… creo que es una pregunta imposible de responder, como cuando te preguntan a qué hijo quieres más. Todos tienen un mensaje muy especial, aunque quizás el más diferente es ‘Alumbra tu sueños’ porque si ya es difícil encontrar libros que hablen de la maternidad desde el crecimiento personal, encontrar libros que hablen de la maternidad desde la importancia de cumplir tus sueños, es algo casi imposible.

 Pero claro para poder llegar a alumbrar nuestros sueños la base de todo está en los dos libros anteriores.

 

¿Qué crees que pueden aportar a la maternidad y en definitiva a las familias?

Placer. Conexión. Paz. VIDA.

Con esta trilogía uno de mis objetivos más fuertes es devolver la felicidad a la maternidad, (a la paternidad también) y a la infancia misma. Si podemos lograr que esta experiencias sean placenteras, sean plenas y sean memorables, el mundo entero será otro. Quien lea mi trilogía sin duda va a cambiar su mirada y si cambias tu mirada cambias por completo tu realidad.

Cada libro tiene un mensaje que quieres transmitir ¿Podrías explicar brevemente cada uno de ellos?

¡Claro! La trilogía responde a un orden natural, una toma de conciencia de dentro hacia fuera, comenzando por nosotras, siguiendo por nuestros hijos e hijas, y finalizando por nuestro lugar en el mundo.

GOZAR LA MATERNIDAD es una guía para reconectarnos con nosotras mismas como madres, para recuperar nuestro poder interior, nuestra luz. Una guía para darnos cuenta de que todas las respuestas que buscamos están en nuestro interior y que ahí reside la llave para transformar nuestra maternidad. 

CRECER CRIANDO encierra un mensaje muy poderoso pero olvidado. Criar no va de cambiar ni controlar a nuestros hijos. La crianza va de atender sus necesidades y de convertirnos en el ejemplo que queremos para ellos. Educarnos a la vez que les educamos, crecer a la vez que ellos crecen, entendiendo que cada situación difícil en la crianza no es un obstáculo sino una oportunidad de crecimiento y conexión.

Por último ALUMBRA TUS SUEÑOS, habla de nuestra relación con el mundo, porque alumbrar nuestros sueños es la manera de ocupar ese lugar que nos corresponde. Como madres tendemos a posponer nuestros sueños y anhelos y este libro reivindica la necesidad de comenzar a construirlos hoy. No solo por nosotras, sino por el ejemplo que dejamos a nuestros hijos e hijas y por la luz que regalamos al mundo.

Porque la felicidad no te llega, la construyes.

 

Ha sido un placer tener a Mada en el blog, os animo a que leáis su trilogía, mucho que reflexionar y sentir. Podéis encontrar a Mada en su web AQUÍ. Y en instagram AQUÍ. 

Os espero en nuestro facebook e instagram para seguir aprendiendo en esta aventura de la maternidad/ paternidad.

A ti que eres madre. A ti te dedico estas palabras ¡No las olvides!

Quizás ya comenzó todo. Quizás ya tienes a tu criatura correteando entre tus piernas. Quizás no es un pequeño ser sino dos. Uno que está contigo y otro que esperas.  Quizás son muchas noches ya las que no duermes por darle alimento o tal vez sea tu vientre el que no encuentre la postura correcta para conciliar el sueño. 

Sea como sea, ya eres madre creadora. La que tiene grabado en su alma la magia de la vida, solo tú puedes, solo tú traes, ningún instrumento médico es más fuerte que tu naturaleza. 

Tu madre, tu abuela, tu bisabuela, tu tatarabuela…todas las mujeres a lo largo de tu historia lo hicieron, parieron, no hay miedo hay vida. 

Hoy quiero dedicarte un texto que encontré por las redes que quiero que te abrace si estás apunto de encontrarte con tu criatura, si todavía está en tu vientre. 

Es un texto de Maria Pérez. Y dice así:

Suspira tranquila mientras acaricia su vientre de luna,
la noche la ilumina.
Hoy el tiempo parece algo extraño.
Tantas horas,
ella impasible a su paso.


Ni siquiera cree que hayan pasado meses
pero ahora el tiempo entre cada ola parece leche
y se lo bebe tranquila…
«Ven pequeña cría»…


Sonríe a la sonrisa que cuida sus cien latidos,
que como gato camina sigilosa en el olvido.
Se hunde en lo profundo,
atraviesa oscuridades,
buscando algo que es suyo…
a ratos olvida qué era.


Aparecen entonces unas manos que ama
que dan fuerza y aseguran.
Se hunde pero no se ahoga,
sueña despierta entre olas.
Se levanta, camina, para, se queja:
“¡¿por qué no acaba?!”.


Demasiada espera.
El corazón anhela con fuerza,
lucha por tener lo que el alma ya besa.
La llamada rompe el silencio
son unos brazos de voz que intentan recoger un sueño.
No queda nada por dar.


Lo entrega todo y todo vuelve a sus brazos.
El paraíso descansa en su seguro regazo.


Ya está. Se acabó la espera.
Vida tibia respira tranquila sobre su pecho.
Ojos, amor, cuidado, alimento…


Lágrimas felices inundan la cama
con miradas cómplices desde esquinas cercanas.
“Todo va a estar bien, pequeño ser. Mamá está aquí, mamá está aquí…”.


Sonríe el alma orgullosa.
Pudo. Puede.
Que se lo griten al mundo,
que esto apenas comienza

 

A ti que eres madre. A ti te dedico estas palabras ¡No las olvides!

Te espero en facebook e instagram. La lámina es de Marta Abab Blay. 

LIMPIARSE LOS OIDOS AL ESTILO MONTESSORI

Ante todo pido disculpas a los que de verdad esperabais leer un post sobre esto y os doy las gracias por seguir leyéndome.

Cuando publico un post en el blog tengo que darle un título, a veces es un verdadero quebradero de cabeza, otras surge espontáneamente. La cuestión es que cuando hago un artículo espero que para comentarlo haya sido leído. Así que aquí va mi pequeño experimento.

Muchas personas no leerán este artículo y sorprendidas por el título comentarán sin más, posiblemente de una manera muy alejada al respeto, que obviamente promulgamos en todas las educaciones que llamamos RESPETUOSAS.  Así son las redes sociales la lectura queda únicamente en el titular y uno se olvida de apretar en el enlace para leer la noticia que va detrás.
Las personas que hoy os tomáis el tiempo para leer este artículo, muchísimas gracias por estar ahí acompañando. Hoy todos tenemos la oportunidad de vivir este experimento, tal vez no exista ningún comentario, si es así sería estupendo, nos demostraría que la gente si lee los artículos. Pero no nos quedemos con la duda vamos a probar ¿me ayudas?
Veamos han pasado dos años desde que llevo escribiendo en el blog, donde plasmo mis reflexiones, aprendizajes de la manera que se y como dice el nombre de mi blog » Aprendiendo con Montessori». 
Obviamente no soy omnipotente, ni tampoco la mejor madre del mundo. No me considero perfecta, al contrario cometo errores a diario pero esta filosofía de vida me ha enseñado a ver el error como un fiel compañero de vida que enseña y nos ayuda a crecer. 
Con mis post no pretendo dar lecciones de vida, ni pretendo parecer una madre «happy flower» a la que le va todo genial. Simplemente comparto lo que aprendo y lo intento hacer siempre desde el respeto y la humildad. 
Sin duda pienso que los adultos llevamos una gran mochila acuestas…en la que hemos aprendido, sin quererlo, a juzgar, a burlarnos de los demás, a competir, a criticar destructivamente y lo hacemos sin más, simplemente con el primer vistazo. Aquí , en el mundo 2.0, es un titular de un artículo lo que vamos a poner en experimento pero esto podríamos extrapolarlo a la vida real. Donde no es la primera vez que oigo a alguien criticar a una persona a simple golpe de vista. Sin conocerla. Y aun conociéndola, disculpad, pero la asignatura de respeto debemos trabajarnosla, y yo no me quito trabajo tampoco. Parece que en el mundo de la maternidad esto está a la orden del día.

Que si das teta a tu hijo de 3 años eres una loca, que si das biberón y no das teta no eres una buena madre, que si sigues una educación respetuosa tu hijo tiene que ser sobresaliente y tu como madre más, que si escribes un artículo donde pone al estilo Montessori en un blog que se titula Aprendiendo con Montessori ya te estás pasando de lista…
No se trata de libertad de expresión, se trata de que mi libertad empieza donde termina la tuya. Es decir RESPETO. El que critica, juzga, se burla, parece que con su actuación sea mejor, y no es así. Lo único que nos hace tener estas actitudes es no ser RESPETUOSOS. 
No se si esté experimento llegará a alguna parte, solo te pido que si sientes de verdad que tienen sentido mis palabras y te sientes parte de ellas lo compartas para abrir de una vez los ojos y empezar a cambiar nuestras actitudes no solo con nuestros hijos sino entre nosotras las madres. Empezar a comprendernos y a conectarnos. Empezar hacer tribu

REFLEXIONES SOBRE LA MATERNIDAD/PATERNIDAD

Antes de nada me gustaría decir que uno de los principios fundamentales de la educación Montessori es el respeto a los demás. Por esta razón este post no va dedicado a nadie en especial, así que nadie se sienta aludido. Si que nace a raíz de leer comentarios y artículos que te hacen pensar, replantear y valorar las circunstancias de la maternidad/paternidad.
Cuando uno va a ser madre o padre no puede imaginar el futuro real de lo que va a pasar después de que nazca el bebé, pero tampoco podemos hacerlo cuando no tenemos hijos y por ejemplo nos vamos de viaje…no sabemos qué va a pasar, pero si deseamos y visualizamos qué queremos que pase.
El boca a boca es una tendencia social que nos mantiene unidos en comunidades y en relaciones sociales. Pero eso no significa que la vivencia de otras personas tenga que ser exactamente la nuestra. Ni que lo que «fulanito/a» diga sea una verdad absoluta.
Cuando el boca a boca nos habla del embarazo lo hace de una manera dulce, intensa, bonita y cargada de ilusión. Pero también puede ser totalmente lo contrario, pueden surgir complicaciones que nadie nos dijo que existían, cuando toda nuestra ilusión estaba puesta en ese fin.
Cuando el boca a boca nos habla del parto suele ser algo doloroso, donde se pasa francamente mal, y que para evitar el dolor muchas veces hay que recurrir a ciertas técnicas médicas. Pero nadie nos dice que puede ser totalmente lo contrario un momento intensamente bonito, un estado de meditación, un lugar donde compartir con la pareja y darle al bebé la oportunidad de que su paso del vientre materno a la «vida» sea lo menos agresiva posible…
Cuando el boca a boca nos habla de la maternidad suele ser desde un «cuando seas madre/padre comerás huevos» hasta un «ser madre/padre es la experiencia más maravillosa de la vida». 
Y en esas dos frases nadie especifica:
1.Las noches sin dormir. Y las ojeras hasta el suelo. Con el consiguiente cansancio.
2.Las preocupaciones por qué pasará o que dejará de pasar. Ahora tiene fiebre, mañana es la vacuna…
3. La falta de tiempo para uno mismo y para los demás (amigos, pareja, etc). 
4.Que primero criar pero después educar. 
5.Qué lo que hoy es X mañana es B. 
6.Que sí, la ropita mona está muy bien. Pero a ver cómo hago para que mi hijo me deje comprar sin tener que ir corriendo detrás de él.
7. Que todos tienen «derecho» opinar sobre cómo estás criando a tu hijo y que si hablas «¡vaya es que todo te sienta mal!».
8. Que la primera palabra de tu bebé será «mamá»/»papá» aunque realmente tu hijo esté diciendo «gaga». Y tu pensamiento será «porque no lo habré grabado. Nadie me va a creer».
9.Que el primer diente que le salga mandarás whatsapp a toda la familia con una foto incluida, foto donde apenas se verá un puntito blanco. Pero tu serás entonces la persona más feliz del planeta.
10. Que cuando empiece a gatear o andar no podrás evitar sentirte tremendamente ilusionado/a y hacerle mil vídeos haciendo lo mismo todo el rato. 
11.Que cuando empiece hablar y a componer frases, de repente un dia te dirá «papá/mamá te quiero mucho» con tu cara de sorpresa no podrás evitar derretirte y dejar de sonreír.
12. Que cuando empiece a razonar y a poner en duda todo, no podrás evitar pensar «¿Cuándo se hizo mayor?».
13. Que cuando tenga novio/novia se apoderará de ti un «no se que» y «no se cuantos» que no podrás evitar el «y mis te quiero, y mis abrazos…¿ahora dónde están?»
14. Que cuando decida sobre su futuro, sea cual sea, sentirás que la vida pasa muy rápido y que ni siquiera recuerdas esas noches sin dormir. Y entonces…sentirás que las echas de menos…
15. Que cuando tu hijo/a adulto te mire a los ojos y te diga te quiero, no podrás evitar dejar caer alguna lágrima y pensar que todo ha merecido la pena.
La vida tiene sus más y sus menos, seas o no madre/padre. Vivas aquí o allí. La vida no es o todo o nada. La vida es ahora soy «así» mañana seré «de otra manera». Vamos cambiando conforme crecemos, nuestra vida no es la misma cuando tenemos 6 meses que cuando tenemos 6 años, y tampoco lo será cuando tengamos 18 o tengamos 30. Y así hasta el final. Vamos cambiando nosotros y van cambiando nuestras situaciones. Por esta razón lo que hoy vemos negro mañana podemos ver blanco, por esta razón, es importante valorar nuestras decisiones, queramos o no tener hijos, y sencillamente vivirlas con sus buenos sabores de boca y con los no tan buenos…ser conscientes de que nosotros fuimos también niños, de que no fue fácil ser niño y tampoco lo es ahora ser adulto. Pero aprendemos, aprendemos en cada momento. La felicidad llega a quien quiere encontrarla. Y uno solo la encuentra si aprende a apreciar lo que tiene. 
Y con esto no digo que haya que tener un positivismo perpetuo, porque es imposible, pues la vida es una de cal y otra de arena, así que hay que reir pero también llorar. Somos un canal de emociones y saber comprender estas emociones es importante.