Montessori en el Hogar (X): Ambiente sin Competencia

Hemos hablado de REALIDAD, de LIBERTAD, de PREMIOS/CASTIGOS y ahora hablaremos de COMPETENCIA.
Para empezar y terminar en Montessori NO HAY COMPETENCIA.
Montessori decía «Nunca hay que permitir que el niño se arriesgue al fracaso hasta que tenga la oportunidad de triunfar»
Los padres, a veces, sin querer ofender ni hacer daño, tenemos la tendencia de comparar a nuestro hijo con el del vecino. Y en algunas de esas ocasiones, lo hacemos delante de nuestro hijo, o se lo decimos directamente a nuestro pequeño. Fomentar está forma de mostrarle al niño lo que está bien o mal a base de » pues menganito se come todo el bocadillo, ves, tu también tienes que comértelo». O cuando por ejemplo están en plena construcción del yo «tienes que compartir, fulanita comparte, tu también, dale el juguete». Sinceramente considero que esto es ir contra natura. No puedes obligar a compartir a un niño que está empezando a entenderse a sí mismo, se está empezando a reconocer a él y a el mundo que le rodea, necesita ser YO, necesita ese EGO , esta manifestando que por fin se reconoce, como cuando dice su primer NO, ha elegido él. 

El pequeño necesita trabajar su YO, de hecho personalmente estoy empezando a vivir con mi hijo el «Yo lo hago» no es que me lo diga, porque todavía no habla (o como diría una amiga habla idioma minion). Pero me muestra el «déjame quiero hacerlo yo». Así que evidentemente, si no conlleva peligro, le dejo.

En un salón (aula) Montessori no existe la competencia, cada niño trabaja de forma individual con los materiales. No se comparan lo logros de uno con los de otros.
En casa debemos hacer igual, y más si hay hermanos, debemos ser conscientes de que cada uno es único, nada tienen que ver uno con el otro, por lo que sus formas de comportase tampoco serán iguales, así pues, intentemos en la medida de lo posible no comparar, sobretodo si el niño todavía no se ha construido, todavía no está seguro de si mismo para afrontar esas palabras con tanto peso para él.
María Montessori consideraba que la competencia solo se podía mostrar en educación una vez el niño estuviera seguro de sí mismo, y hubiera adquirido las habilidades necesarias para estarlo.
Posiblemente en un ambiente de 6-12 años los niños por iniciativa propia, ya que socialmente empiezan a trabajar en grupo, si les nazca esa competitividad natural de «vamos a ver quien es capaz de saber las medidas exactas de esta clase»
1. Nace de ellos.
2. Forma parte de su aprendizaje.
3. Están averiguando por placer, no conlleva un premio.
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Premios y Castigos

Ya conocemos un poco más de nuestros pequeños,desde la visión Montessori, hemos visto que son seres concretos (Montessori en el Hogar IV) que pasan por unos periodos sensibles cuando son pequeños y que estos son temporales (Montessori en el Hogar V), y también que debemos darles libertad, pero siempre guiada (Montessori en el Hogar VI). Y hoy vamos hablar de los premios y castigos como medio educativo en Montessori.

Para empezar y terminar en Montessori NO se utilizan PREMIOS NI CASTIGOS. ¿Por qué?

Los premios tienden a llevar a nuestro pequeño a realizar algo con intención de recibir aprobación. El peligro de esto es que el niño deja de actuar por satisfacción propia a cambio de obtener algo ajeno.

El niño termina de realizar una actividad de vida práctica, como por ejemplo, poner la ropa en la lavadora, y tu al terminar le dices eufóric@ «¡muyyyyy bien!». Estaríamos hablando de premio, y si sigues haciéndolo sucesivamente con todas las cosas, el niño ya estará condicionado a tu muy bien, esperará recibirlo y cuando no lo reciba entonces se preguntará ¿no lo he hecho bien?

En Montessori queremos que ellos sean independientes, autónomos, que sean capaces de tener un espíritu critico, que sepan cuando una cosa esta bien o mal, sin que tu se la digas, que ellos mismo te lo digan a ti. «Mira mamá que bien he limpiado los platos».

Con el castigo ocurre igual. Puesto que lo que detiene a tu hijo de no realizar o de realizar una cosa es el temor a las consecuencias negativas, no una comprensión ética y moral en cuanto al bien y el mal.
» Si no recoges los juguetes te quedarás sin ver la TV» La idea sería «Te voy a mostrar como se recogen los juguetes en casa» «No…no quiero» » Está bien, estás cansado y yo lo entiendo quizás tu hermano/papá quiera ayudarme» puede ser que no los recoja, y te toque recogerlos a ti y a papá, pero el ya te ha visto recogiéndolos, sabe que en casa se recogen las cosas.

Hemos de mostrarle al niño como queremos que se comporten dando ejemplo. Las normas básicas de convivencia serían: respetarse a sí mismo, a los demás y respetar los materiales (muebles, juguetes, etc). Esas son las tres normas que en un salón Montessori que se deben cumplir, en una casa donde se quiera llevar a cabo esta forma de comprender y vivir ocurre igual.

Montessori educaba para la paz ¿qué sentido tendrían los premios y los castigos en su metodología? Sería una contradicción. La paz no es una condición debe ser un estado natural para nuestros hijos y la sociedad.

Hasta la próxima, nos vemos en facebook.

Montessori y Libertad

No es la primera vez que oigo que «en la educación Montessori a los niños les dejan hacer lo que quieren» y me quedo pensando «mmm vaya, creo que la palabra libertad no se comprende muy bien» Además siempre es bueno que para hablar de cualquier cosa conozcamos de que estamos hablando y lo hagamos contrastando la información de primera mano.

Por curiosidad la he buscado en google y esto es lo que me ha salido «Facultad y derecho de las personas para elegir de manera responsable su propia forma de actuar dentro de una sociedad».

Si os dais cuenta no es lo mismo hacer lo que quiero con libertad excesiva y abusiva, libertinaje, que elegir lo que quiero hacer de manera responsable dentro de una sociedad, libertad. 

En Montessori se dice que dejar hacer lo que quiera al niño que todavía no ha desarrollado la voluntad «Capacidad humana para decidir con libertad lo que se desea y lo que no» no es darle libertad. Pues como hemos dicho la libertad va ligada a la voluntad.
En los espacios Montessori se ofrece una libertad guiada, es decir, se le ayuda a llegar a ella mediante la educación. Digamos que es una libertad limitada. Y es limitada porque vivimos en sociedad, la frase de «mi libertad termina donde empieza la tuya» se ajusta bastante. Esta libertad es el punto de partida para alcanzar un nuevo nivel de libertad.
Aplicándolo al hogar digamos que nuestro hijo puede elegir libremente con que juguetes puede jugar, pero no puede elegir romper el juguete, agredir a papá, o realizar cualquier otra cosa que atente contra la integridad de las personas, materiales o incluso a si mismo.  Es por eso que el niño no hace lo que quiere sino que tiene el derecho y la facultad de elegir de manera responsable dentro de su casa, dentro de su escuela, dentro de la sociedad. 
En los espacios Montessori, en las familias Montessori el niño no hace lo que quiere, sino que quiere lo que hace.

Os esperamos en facebook ¡Hasta mañana! 🙂

Realidad y Fantasía

Vamos a conocer un poco más de nuestros pequeños desde la visión, para mi, de una genio, María Montessori.

Recuerda que antes de esta entrada tienes Montessori en el Hogar (I) (II) (III), te aconsejo que si no las has leído las leas antes, de forma sucesiva, hasta llegar a la entrada de hoy.

Llevar Montessori al hogar, no es tarea fácil, pero es tan precioso poder  vivirlo,y verlo día tras día que…¿por qué solo unos pocos van a tener la oportunidad de hacerlo?…creedme conforme más conozcáis más os atrapará el corazón.

Montessori habló de que los niños de 0-6 son concretos. Por eso ella mencionaba la importancia de presentar al niño la REALIDAD. 

Ella decía que el niño no sabía distinguir entre la realidad y la FANTASÍA y es tarea del adulto mostrarle a esas edades lo que realmente es, lo que puede tocar, ver…Sentir en definitiva. A fin de cuentas el niño es un ser concreto, totalmente literal.

Personalmente intento evitar las lecturas, videos y demás de hadas, duendes, dragones, perros que hablan, cerdos que van vestidos de humanos y cuidan de gallinas y cosas así. Está claro que está a la orden del día y ¡estamos rodeados! 🙂 Pero os aseguro que mi pequeño alucina más cuando ve una gallina real, o un perro por la TV que cualquier otra cosa.

¿Qué nos cuesta a los adultos hacer este esfuerzo? Porque el esfuerzo lo hace el adulto eh…eso de no disfrazar a sus pequeños o no hablarle de hadas cuesta. A veces pensamos que lo bonito está fuera de nuestro mundo…y no es así, hay cosas maravillosas que descubrir en la realidad, y que son realmente fascinantes.

Los niños se creerán lo que les digas, aprovecha, habla de la realidad, que se maravillen con ella.

«¡Mira que hormiga! tan pequeña donde la ves puede levantar 50 veces su peso…» «Sí papá…y cuanto son 50?» » Ven….vamos a pesarnos 50 veces» (el niño pesándose en la báscula) «ostras papá todavía tengo que subir más veces a la báscula?» » Si hijo…» «uff papá pues 50 veces son muchas veces eh, la hormiga es muy fuerte»

Y no pienses que Montessori está en contra de la fantasía, no, simplemente lo deja para otra etapa de la vida del niño, a partir de los 6 años, que es cuando realmente sabe diferenciar la ficción de la realidad, y es capaz de inventar mil cosas, pero siempre vuelve a aterrizar en la tierra, a poner los pies sobre el suelo.

No se trata de ser radicales, se trata de lógica, si tu a tu hijo le dices que te lo vas a comer a besos (cuidado que se nos escapa a todos) fíjate en la cara de tu hijo en plan «ayyyy que me va a comerrrr!!!» son literales 🙂

No les demos un mundo que no existe cuando están forjando su personalidad. Todavía están descubriendo todo lo que les rodea, ni siquiera saben como abrir un grifo, vestirse, peinarse, para que tu les muestres otro mundo que encima no existe. Todavía están intentando comprender el suyo, en el que están y viven. Les fascinará más aprender abrir el grifo, peinarse o vestirse, «huauu! cómo lo hace mamá? a ver…mmm» le encantará ver un caballo, tocarlo y oirlo relinchar.

Ellos se fascinan ya de por sí con cada cosa que su mundo real les presenta ante sus ojos…dejemos a los niños disfrutar de lo tangible, que su mente vaya colocando cada cosa en su lugar, y luego cuando ya hayan construido su «yo» entonces…podrán y sabrán y querrán fantasear. Pero todo a su edad…

Hasta la siguiente entrada os esperamos en facebook.

3 casos para aplicar Montessori

Para hablar de Montessori en el Hogar empezaré diferenciando 3 casos. Quizá en alguno de ellos te sientas identificad@.
A modo de apunte me gustaría decir, que es una visión personal sobre como aplicar Montessori en el Hogar, pero no significa que sea una verdad absoluta ni que no pueda hacerse de otras formas, simplemente, después de haber realizado diferentes formaciones Montessori he considerado esta visión.
1.Tu hijo va a una escuela Montessori y quieres seguir la filosofía Montessori en casa.
2. Quieres educar a tu hijo en el Hogar con la pedagogía de María Montessori.

3.Tu hijo va a una escuela tradicional pero quieres llevar la filosofía Montessori a casa.

Si te encuentras en el caso 1 te puedo decir que sin duda estás de suerte, ahora mismo es muy difícil encontrar un espacio Montessori.

Supongo que te habrán informado, o conocerás bastante sobre esta forma de ver la vida. Como ya sabrás es mejor que el material Montessori sólo esté en la escuela, no hace falta tenerlo también en casa, si no es que a tu hijo le encante la torre rosa y para su cumpleaños te pide una.
Lo mejor es trabajar en conjunto, escuela y hogar, tu caso es perfecto, existe una cohesión entre ambos, el niño comprenderá de manera natural todo lo que le rodea. Te invito a que te formes o informes con cursos sobre Montessori, Charlas o incluso blogs que consideres fieles a la filosofía Montessori. Simplemente para que sepas que es lo que tu pequeño hace en la escuela, y para que lo conozcas mejor y de primera mano.
En casa tu hijo va a poder colaborar (vida práctica), es más lo querrá hacer…si no es que se encuentra en plena efervescencia hormonal.
Si estás en el caso 2 es muy importante que te preparares interior y exteriormente para guiar a tu hijo.
Que una vez lo lleves a cabo lo lleves hasta el final.

Es importante que te formes: cursos, monográficos, seminarios, etc . Necesitas poder vivir en primera persona lo que es realmente esta filosofía y entiendas de que se trata.
Vas a trabajar con material Montessori y sobre todo con tu hijo. Debes ser consciente de que no solo tienes que entender el material, también el crecimiento de tu hijo. Tu serás quien observe y determine la necesidad de tu pequeño y a su vez le mostrarás  los materiales.
Recuerda que copiará tu forma de andar, tu forma de gesticular y moverte por casa, por lo que es importante que cada movimiento que hagas lo aísles y lo realices de forma lenta (por lo menos en el ambiente).
Los materiales no son juguetes. Por lo que te aconsejo que tengas un lugar al que puedas llamar ambiente Montessori, una habitación ajena a su cuarto, comedor, etc. Que el distinga visualmente que es el momento en el que va a trabajar.
 Esta opción considero que es la más complicada, porque tu como padre o madre debes ser consciente de tus limitaciones, de tus palabras, de tus movimientos, de tu cansancio.
Debes formarte y prepararte para poder aplicarlo de la mejor manera posible. En definitiva es un viaje al interior de ti mism@. Vas a educar a tu hijo para la paz, y no es cosa fácil. (si te encuentras aquí y quieres saber más puedes escribir un comentario me ayudará a ver los intereses sobre este tema y a realizar nuevos post)
Si no estás ninguno de los anteriores, estás en el caso 3 . Te aconsejo que, sino te has formado e informado (charlas, seminarios, cursos, etc), mejor no tengas material Montessori en casa, suena muy radical, pero considero que puedes crearle gran confusión a tu hijo.Si tu como adulto, no sabes usarlo, no te has formado, es demasiado caro como para invertir en algo que tal vez solo se use una vez y mal.

Te diré que hay muchas otras cosas que puedes hacer, porque Montessori es una filosofía de vida. Puedes enseñar a tu hijo a respetarse a si mismo, a respetar el entorno y a respetar a sus amigos/familia.
En Montessori se habla de gracia y cortesía, que forma parte de la vida práctica. Aquí en el Blog encontrarás muchas cosas valiosas para poder llevar a cabo en casa.
Si como madre/padre estás pensando realizar alguna formación Montessori. Y te ves preparada/o para utilizar algún material con tu hijo de forma puntual, adelante…puedes hacerlo. Y recuerda Montessori es mucho más que materiales…no nos olvidemos.
Os invito a que os quedéis por aquí para no perderos la parte II de Montessori en el Hogar, podéis seguirnos en facebook.
¡Muchas Gracias por vuestro recibimiento!