En educación Montessori se habla de Periodos Sensibles, puedes leer más sobre ellos AQUÍ.
Los periodos sensibles dotan a la infancia de una sensibilidad especial que impulsa al niño o la niña a descubrir sobre algo en concreto. Algunos de los periodos sensibles que nos encontramos en la infancia son: orden, lenguaje, movimiento…
Podrían confundirse con caprichos pero realmente es una fuerte llamada que siente el niño o la niña que les impulsa a descubrir, practicar y perfeccionar ciertos aspectos.
¿La naturaleza podría ser un periodo sensible?
Lo cierto es que no he encontrado datos sobre ello. Pero si observamos a nuestras criaturas podría parecer que están viviendo las fases que vivieron nuestros antepasados en la prehistoria cuando fueron descubriendo los cuatro elementos: agua, tierra, aire y fuego.
El niño o la niña de los 0 a los 7 años (más o menos) siente una enorme atracción hacía estos elementos. ¿Os ha pasado? 😉 Hoy me gustaría hablar de la tierra.

Si nos remontamos a la historia, descubriremos que el barro (arcilla) fue uno de los elementos utilizados para crear pinturas rupestres. Algunos hallazgos arqueológicos han llegado a encontrar restos de arcilla roja. En la prehistoria tanto hombres como mujeres, se cree que utilizaban esta mezcla, para rituales o incluso «maquillaje».

La infancia pasa por ese proceso de descubrimiento. Un descubrimiento que nos prepara para sentir un enorme impulso por interactuar y explorar la naturaleza y todos sus elementos.

¿CÓMO PODEMOS ACOMPAÑAR A LOS NIÑOS Y NIÑAS EN ESTE PROCESO DE DESCUBRIMIENTO?
Ofreciéndoles oportunidades en las que estén en contacto con la naturaleza.
Igual que vemos como se prepara un ambiente Montessori en un aula o una casa. Podemos preparar las zonas exteriores, si tenemos en nuestros hogares o colegios, para que sea un espacio para saciar esa sed de curiosidad y ese impulso innato que nos ayuda desde la más tierna infancia a descubrir, en este caso, la naturaleza.
PROPUESTA PARA ACOMPAÑAR A NUESTRAS NIÑAS Y NIÑOS A DESCUBRIR LA NATURALEZA.
Podemos crear un areno, para saciar esa sed de interactuar con la tierra, donde nuestras niñas y niños puedan experimentar tranquilamente con la arena sin que eso suponga un peligro. Para ello es importante tener en cuenta el lugar donde vamos a poner el arenero, ya que muchas veces, los gatos o roedores pueden acercarse a curiosear e incluso a realizar sus necesidades. Así que un arenero seguro puede ser uno que tenga tapas, para que una vez usado podamos taparlo y la arena permanezca limpia.
El arenero también es genial para los días de lluvia ¿por qué no disfrutar de él? Podemos equiparnos con todo lo necesario para disfrutar sin ningún tipo de impedimento.

Hay muchos tipos de areneros, dependiendo del espacio del que dispongamos, podrá ser más grande o más pequeño.



¿EL MONTAJE DE UN ARENERO ES FÁCIL?
Os muestro como ejemplo el que hemos elegido nosotros, que es de WICKEY (una tienda especializada en materiales de exterior para niños y niña. Tienen, entre otras cosas, casitas de madera y columpios para niños).
El nuestro es el arenero de 150 x 165 cm. Lo hemos elegido por varias razones que señalo a continuación:
-Los niños y las niñas pueden cerrar el arenero fácilmente si le ponemos unas asas.
-Cuando se abre las puertas se crean dos bancos en los que se pueden sentar varios peques.
-Es amplio, por lo que pueden jugar sin sentirse incómodos o agobiados.
-La madera es de exterior lo que facilita su cuidado y durabilidad.

Una vez la abrimos el embalaje del arenero nos encontramos todas las piezas de madera, unas bolsas con tornillos y accesorios propios del arenero y un pequeño manual de instrucciones.

Si en el montaje participamos todos y todas, se hace todavía más atractiva la idea, no solo de disfrutar del arenero sino de saber que hemos estado participando en su montaje, por supuesto, cada persona en base a sus conocimientos y capacidad de esfuerzo.

Y finalmente colocamos la arena de río lavada que la compramos a una empresa de construcciones local. Pensamos que esta arena sería mejor que otras a la hora de manipular con niños y niñas pequeños.

Y una vez realizada toda la faena en equipo ya disfrutamos del arenero en familia, todos y todas nos pusimos a construir y a dar rienda suelta a nuestra imaginación, incluso nos descalzamos para sentir el tacto de la arena, una experiencia muy chula y 0% peligrosa 😉

Y no olvidemos nunca que en familia siempre es mejor… 😉
