El juego simbólico y Montessori

Partimos del principio Montessori de que los niños de 0-6 están en plena construcción del ser. Necesitan comprender su mundo, todo cuanto les rodea, por lo que en la filosofía Montessori es muy importante mostrarles la realidad, ya que todavía están comprendiendo su mundo como para que nosotros se lo pongamos más difícil con otros mundos que ni siquiera existen. AQUÍ en este post os hablé de la realidad y la fantasía, que os recomiendo volver a leer.

Montessori en su libro de «El método de la pedagogía científica» comenta como se sorprendió de que pudiendo elegir los niños las actividades que se encontraban en el ambiente (cocinita de juguete, muñecas, vajillas de muñecas) jamás eligieran éstos. Y dice así “entonces comprendí que los juguetes son algo inferior en la vida del niño, y que éste sólo los elige cuando no dispone de algo mejor”. María Montessori habla de juguetes, en este caso, refiriéndose a aquellos materiales que suplantan la realidad. Pues se dio cuenta que los niños hacían más caso a aquellos materiales reales que a los materiales, llamemosle,  «falsos».
Ahora bien creo que en cuanto a esto existe una confusión, que es el pensar que desde la filosofía Montessori está «prohibido» jugar a cocinitas, o cualquier juego que implique roles, etc. 
Como veis en nuestra casa Montessori no está reñido con el juego simbólico, por el simple hecho de que nuestro pequeño tiene la posibilidad de manipular la realidad, es decir, que está en contacto con la cocina de verdad, y con todas las experiencias de vida práctica que un hogar puede aportar.

Tenemos que tener en cuenta que un ambiente Montessori no es un hogar. El primero punto que varia de uno a otro, es que en un ambiente Montessori se trabaja ininterrumpidamente durante 3 horas, y cuando son pequeños menos, unas 2 horas. Y una vez pasan estas tres horas no podemos pedirle al niño que siga con el mismo nivel de concentración. Debemos seguir sus necesidades. Y entre sus necesidades está, como a todo el mundo nos pasa, el distraerse, ejercitar el cuerpo, moverse, airearse. La meditación (entendiéndola como parte de la concentración que un niño llega adquirir en un ambiente Montessori) es buena durante ese tiempo, pero después hay que comprender que ese estado se consigue gracias a que Maria Montessori comprendió que justamente son necesarias 3 horas para llegar al máximo nivel de concentración. Por tanto solo existe durante un periodo de tiempo concreto. Por esta razón en el hogar Montessori se lleva de otra forma, si bien queremos aplicar la filosofía, debemos ser conscientes de que un niño necesita también sus momentos para evadirse. 

De la misma manera debemos entender que si el niño tiene disponibilidad para poder manipular la realidad será más fácil a la hora de comprender su entorno. Porque como sabemos el niño de 0-3 es concreto, literal. Pero esto no quiere decir que no pueda tener juguetes que impliquen roles o juego simbólico, porque realmente la cocina existe, y una diminuta cocina infantil es simplemente una represetación de una cocina real. Es decir, no hay nada de fantasía, todo proviene de la realidad.

En un ambiente Montessori, por ejemplo, podemos encontrar una representación de la tierra, no es la real, y así se le hace comprender al niño, por lo que en todo momento se muestra como una «representación» de…

Durante mi formación de Asistente surgió esta duda y la respuesta fue: «Si el niño vive experiencias reales, tales como cortar alimentos, prepararse el desayuno, barrer, limpiar las ventanas…que tenga una representación de una cocinita (por ejemplo) no implica ningún problema»

En los ambientes Montessori no existe el juego simbólico porque los niños están continuamente experimentando con la realidad, manipulándola, y para que puedan obtener una mayor concentración todos los ejercicios que se realizan son reales, del mismo modo el control de error tiene mucho que ver en este aspecto. Por ejemplo si se cae un vaso de cristal se rompe…

Pero como ya he anunciado al principio un ambiente Montessori no es un hogar. En el hogar pasan muchísimas horas, por lo que es conveniente que los niños también puedan experimentar con otro tipo de materiales y juguetes. 

Resumiendo, simplemente se trata de sentido común, pues una cocinita infantil es una replica simbólica de algo real, ya que pretende parecerse a…(una cocina real, y digo cocina como podría decir coches, herramientas, etc), no se trata de algo que no exista como un hada o un unicornio. Es más, al niño se le puede especificar «esto representa… » o «Esto es un/a … de juguete».

Me gusta recordar siempre que esta es mi forma de interpretar las cosas, siempre bajo mi humilde opinión tras mi formación Montessori. Pues en cada familia se llevará de una forma. Pero sobre este aspecto pienso que a veces existe confusión, y considero que si realmente leemos con detenimiento las palabras de la propia María Montessori podemos intuir a que se refiere. No hay que ser drásticos con esta filosofía, al contrario, es una filosofía que nace de la espontaneidad y naturalidad hacía el niño. Recogida por todas las observaciones que hizo María Montessori a los niños de todo el mundo, y que gracias a ellas, los adultos, podemos comprender un poco mejor la psique del niño.
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La importancia del adulto en la educación

En educación sigas o no la filosofía Montessori es muy importante tener presente que el adulto juega un papel muy importante, pues será el encargado de guiar al niño en su proceso de crecimiento.

Desde una visión Montessori y de Disciplina Positiva el adulto ha de adquirir herramientas respetuosas que le permitan dirigirse al niño sin premios ni castigos, ni competencias y por supuesto desde la amabilidad y firmeza. Hablamos pues de que el adulto pasa de ser CONTROLADOR  del niño a sencillamente intentar CONECTAR con el niño.

Cuando un adulto decide implantar la filosofía Montessori en su casa o en su aula. Debe de visualizar primero los cimientos que van a soportar esta educación. ¿Cómo? Pues en este esquema visual pretendo sintetizar la manera correcta de hacerlo.

Así pues lo primero que debemos es prepararnos interiormente, quitarnos ese lastre de nuestra infancia con esos aprendizajes que nos alejan de una educación respetuosa, e intentar meter en nuestra mochila nuevas herramientas que nos ayuden a afrontar los conflictos de manera pacífica, para dar un buen ejemplo a los niños.

Si eres docente y estás en la escuela pública podrías perfectamente aplicar la filosofía Montessori en tu aula. Empezando primeramente por tí. Luego puedes ir subiendo cada piso que te muestro en el dibujo para llegar finalmente al piso que desees. No hace falta llegar a todos, simplemente donde decidas quedarte estará bien. Si tu intención es llegar finalmente a los materiales Montessori, puedes hacerlos pero después de haber pasado por un proceso y por supuesto haberte formado e informado sobre el uso de los materiales. Pero ten en cuenta que puedes aplicar Montessori a nivel académico con cualquier actividad o material que dispongas en clase, siempre siguiendo los principios, entonces hablaríamos de una actividad con inspiración Montessori.

Si eres mamá o papá y deseas llevar Montessori a tu hogar, puedes hacerlo igualmente, pero sabiendo que los cimientos son tremendamente importantes para vuestro día a día, más incluso que cualquier actividad o material que le puedas ofrecer a tu hijo. Igualmente puedes subir los pisos que quieras, y parar cuando quieras. Pues todo lo que hayas podido subir y ofrecer a tu hijo habrá sido mucho más que nada, todo habrá sido muy beneficioso.

Poco a poco en nuestro blog hemos ido viendo pinceladas de esta casa Montessori y vamos a seguir haciéndolo, vamos a seguir subiendo cada piso…Pero hoy me quiero centrar en LOS CIMIENTOS
Para ello quiero hacer una recopilación de todas las partes importantes que hemos ido viendo hasta el momento en el blog, y que son la base de la casa, los mismos cimientos.

1.NO PREMIOS NI CASTIGOS / POR QUÉ EVITAR LOS CASTIGOS
2.NO COMPETENCIA / POR QUÉ NO ES BUENA LA COMPETENCIA
3.LIBERTAD GUIADA / LÍMITES Y NORMAS
4.DESCANSO MENTAL Y FÍSICO
5.HERRAMIENTAS POSITIVAS
6.DA UN BUEN EJEMPLO

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Naturaleza Montessori

En la mano de los adultos está la capacidad de involucrar a los niños en el mundo que les rodea.
Montessori hablaba de presentar a los niños la realidad de los 0-6 años. Y es que nuestra vida está repleta de paisajes maravillosos que necesitan ser descubiertos por ojos y mentes capaz de maravillarse con un «simple diente de león». 
Ellos, nuestros pequeños hambrientos de aprendizaje, en la naturaleza tienen la oportunidad de explorar cada detalle que nos regala ésta. Y lo harán con todos sus sentidos, observarán, tocarán, sentirán, olerán…nacerá en ellos la chispa de la curiosidad ¡se sorprenderán!
 

A veces los adultos con nuestras rutinas diarias, trabajo, casa, etc, estamos sumidos en la prisa, «lo quiero ya y ahora». Posiblemente pasemos la mayor parte del tiempo entre nuestra casa y nuestro barrio, y no dejamos paso a la paz y la calma. Paz y calma que nuestros pequeños necesitan…y que en contacto con la naturaleza pueden tener…descubrir con largas, cortas, intermitentes caminatas un espacio silvestre en el que nuestros pequeños puedan interactuar de manera natural y espontánea. 
Salir de casa, del escenario habitual y embarcarse en una pequeña aventura donde el ambiente sea la propia naturaleza…conforme es ella…tan imperfectamente perfecta. Fomentar esa conexión natural de donde realmente todos venimos…dejar el asfalto, los coches, la mecánica y ruidosa ciudad por un ratito de conexión con la naturaleza…
Y nosotros podemos hacerlo con ellos…aunque ya sepamos que es un pato…pero vaya…lo tenemos tan asumido que no pensamos realmente en su verdadera belleza…Porque…¿Cuándo fue la ultima vez que como adultos nos sorprendimos de ver la naturaleza al descubierto?

Y cuando estamos en conexión con la Pachamama (y digo Pachamama porque no solo es la Madre Tierra sino la conexión del ser humano con ella) es tremendamente precioso, pues vemos realmente como nuestros hijos de forma tan natural se maravillan por cada aspecto de ella, y su cuerpo siente esa conexión que vibra dentro de ellos, corren, saltan, trepan, ríen, cantan, bailan…se sienten libres y conectados. Sentir que pertenecen, que son parte de este conjunto y que pueden explorarlo.

En Montessori la naturaleza es parte esencial…si acordáis de la FLOR DE LA PAZ Y SUS PÉTALOS (podéis verlo AQUÍ) veréis como en uno de los pétalos es la CONCIENCIA DEL ENTORNO. Por desgracia somos el único animal que es capaz de destruir su habitat, sí su casa, así somos…y eso tiene que cambiar empezando por concienciar desde pequeños a nuestros hijos. Nuestros niños serán los adultos del mañana…los que deberán velar y cuidar por su entorno…Pues igual que nosotros no pertenecemos a nadie, la naturaleza no nos pertenece, deberíamos respetarla y amarla…Deberíamos, pues, quitarnos de la cabeza que somos dueños de todo: animal, planta, árbol, insecto, que se nos presente. Deberíamos dejar de pensar que somos tan poderosos que podemos hacer lo que queramos con la Madre Tierra. Esa conciencia no es sana, ni pacífica, ni respetuosa. Ni  tampoco debería ser real, pues realmente nada es nuestro…deberíamos empezar a concienciarnos los adultos de este hecho para así mostrárselo a nuestros pequeños. 
Invirtamos tiempo en conectar con la naturaleza, en hacerles sentir a nuestros hijos la importancia que tienen estos paisajes…
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Conciencia Montessori

Cuando nos iniciamos en el mundo Montessori principalmente nos interesamos por los materiales que diseñó la propia Maria Montessori. Pero que nos lancemos directamente a los materiales nos hace saltarnos la parte inicial, la más importante y el motivo por el que fueron creados estos materiales. Es decir nos saltamos los cimientos de la educación Montessori, pues no podemos comprender los materiales y su uso sino comprendemos antes toda su filosofía, por qué , cómo, cuándo. De la misma manera no hacen falta materiales para aplicar Montessori en el hogar, Montessori sigo diciendo que no es elitista, puedes llevarla a tu hogar si quieres y no hace falta que sea a través de materiales o actividades. Lo mismo pasa si eres docente de una escuela pública, puedes aplicar la filosofía en tu aula, no te hacen falta materiales, sino ganas de informarte y formarte, ganas de ser, estar contigo y con los demás, ganas de CONECTAR  con los niños y no de controlarlos (sobre esto tengo un post pendiente).
Pero claro dicho así suena hasta raro. Se que a veces es difícil dejar al margen los materiales Montessori, porque son realmente bellos hasta para ojos del adulto. Pero personalmente considero que se pierde el verdadero valor por el que fue creada esta educación. Se materializa cuando en realidad es mucho más que todo eso. Es como si de repente arrancásemos el corazón de un cuerpo, se que suena radical, pero personalmente lo veo de esta manera. Sin corazón los demás órganos no funcionan. Es tan precioso adentrarse en esta forma de vida…pero hace falta empezarla desde el principio, no a mitad ni por el final, sino por el principio… 
Lo Primero que debemos comprender es que la educación Montessori educa para la paz. Se trata de una forma de vida. De comprender, ser y estar conmigo y con los demás. 
Es por eso que me voy a servir de la FLOR DE LA PAZ Y SUS PÉTALOS para que podáis entender mejor el sentido propiamente de toda esta filosofía.

En la educación Montessori se trabaja LA CONCIENCIA DE MI MISMO, el centro de la flor, el corazón por el que pasan todas las cosas…sin el corazón nada tiene sentido…
¿quién soy? ¿qué vengo hacer aquí? mis debilidades, mis fortalezas, mi voluntad etc. Debemos hacer un viaje interior a nuestro autoconomiento, pues me debo querer y respetar, ya que es la única forma en la que puedo llegar a los demás pétalos de conciencia. 
Cuando ya me tengo en cuenta entonces puedo ser CONSCIENTE DE LAS RELACIONES, cómo me comunico con los demás, la manera en la que hablo, escucho, comprendo, sin competencias con empatía y respeto. Cuando ya soy consciente de mi y de los demás entonces estoy preparado para tener CONCIENCIA DE MI ENTORNO saber como cuidar aquello que nos rodea sin destruirlo, sabiendo que debemos respetar también nuestro ambiente.
Del mismo modo es importante trabajar la CONCIENCIA DE LA CULTURA aquello que nos hace sentir que pertenecemos a nuestro ambiente, a nuestro entorno y donde todas las áreas de aprendizaje cobrán un gran sentido porque todas están interconectadas, un ejemplo de ello es la música (tiene matemáticas, arte, lenguaje). Y finalmente Pablo Lipnisky añadió a la flor de la paz la CONCIENCIA DE LA ABUNDANCIA, ¿por qué? Porque cuando hay escasez de abundancia empieza la competencia, empiezan las luchas de poderes en «yo soy más que tú». Pero cuando tenemos conciencia de abundancia sabemos que la unica competencia que tenemos es con nosotros mismos, superarnos cada día, hacerlo mejor cada día, no debemos ver lo que hacen los demás con envidia, miedo, rabia, es decir, con competencia, porque no estaríamos hablando de una actitud sana y por tanto no contemplaría una educación para la paz, por tanto en Montessori la unica competencia que se trabaja es la de superarse uno mismo cada día.
Si somos conscientes de todo esto y lo aplicamos en nuestro día a día, en nuestra casa, en nuestra escuela, como adultos…ya estamos ofreciendo a nuestros niños la mejor base con la que podrían sostener sus cimientos…les estamos dando el corazón de esta filosofía…después ya vendrá lo demás si queremos…pero si tienen esto ya están teniendo una parte más que importante, fundamental para su educación para la paz y por tanto para su vida…
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12 dudas Montessori 12 respuestas Montessori

1.¿Cómo empezar la filosofía Montessori en el hogar?
Te invito a que leas este post sobre los 3 casos Montessori AQUÍ. Y después leas según tu caso:
Caso 1: AQUÍ
Caso 2: AQUÍ
Caso 3: AQUÍ
2.¿Qué es lo primero que debería hacer para implementar Montessori en el hogar?
Si has visto los 3 casos Montessori que menciono arriba, verás que lo más importante es la filosofía, que veas la educación Montessori como una forma de vivir. Por esta razón como padres debemos ser conscientes de que nuestro hogar está pensado para adultos y no para niños por lo que lo primero que deberíamos hacer como padres es demostrarles a nuestros hijos que pertenecen en el hogar mediante la preparación del ambiente. AQUÍ tienes varias ideas que te pueden ayudar a preparar el ambiente siguiendo las necesidades de tu pequeño. Ya que no es lo mismo un niño que tiene 6 meses que uno que tiene 20 meses, no necesitan las mismas cosas y por tanto el ambiente varia, así pues se puede deducir que el ambiente va creciendo con el niño.
3.¿Cómo debe ser  un ambiente Montessori en el hogar? El ambiente en el hogar es diferente al de un espacio Montessori, por el simple hecho de que no es un único espacio sino que son varias estancias en las que nuestro pequeño va interactuar diariamente. Por lo que debemos hacer un «estudio» de cada estancia y ver que cosas debemos modificar, modelar, para que nuestro hijo sienta que se le tienen en cuenta. Así mismo debe permanecer lo más ordenado y organizado posible para que nuestros hijos desarrollen todas sus habilidades e intereses. Hablamos de poner a su disposición un lugar ordenado, bello y real. Es decir que todo aquello que se encuentre a la vista de nuestros hijos debe ser proporcional a su estatura, donde pueda sentarse cuando lo necesite o coger juguetes cuando lo precise.
Así mismo el ser humano desde que nace está destinado a ir adquiriendo grados de independencia por lo que evidentemente el ambiente ha de potenciar esto, para que ellos mismos desarrollen su propio proceso de aprendizaje.

 

4.¿Qué actividades o juguetes puedo ofrecer a mi hijo en casa si sigo los principios Montessori?
Lo primero que has de saber es que los materiales Montessori no son juguetes. Sí tu planteamiento es a nivel académico porque quieres poner una escuelita en casa o realizar actividades extraescolares mi consejo es que te formes e informes para saber la progresión de los materiales, cómo y de qué manera se presentan y cuándo se pueden mostrar al niño según su periodo sensible y su etapa del desarrollo, es decir según sus necesidades. En cambio sí te interesa que tu hijo disfrute de juguetes o actividades que sigan los principios Montessori, los cuales no necesitan específicamente una presentación, puedes hacerlo pues tienes una amplia variedad de eco-juguetes.
Puedes leer más sobre esto AQUÍ.
5.Pero entonces si los materiales Montessori no son juguetes ¿qué son?
A los materiales Montessori se les conocen como materiales de desarrollo.
Están diseñados por Maria Montessori y tienen una intención específica.
Son concretos y llevan de manera intrínseca un control de error. Lo que hace que los niños puedan aprender del error (muy importante en Montessori).
Van de lo concreto a lo abstracto, de lo conocido a lo desconocido, de lo fácil a lo difícil y por tanto van en progresión. Además, todos, absolutamente todos, han de trabajarse con los sentidos. “Las manos son el instrumento de la inteligencia”
Así mismo se presenta la realidad en todo momento por lo que los vasos no son de plástico son de vidrio, que llevan en sí control de error “si se cae se rompe”. Lo mismo pasa con los cubiertos, que son de metal, y todo aquello que se encuentra en la vida diaria de cualquier personas pero a tamaño reducido, es decir, al tamaño de los niños.
6.He oido decir que Montessori es elitista ¿es esto cierto?
No, para nada, de hecho Montessori empezó su primera casa de los niños en el barrio de San Lorenzo, un barrio humilde, donde su primera guía fue la hija de un celador, que no sabia leer ni escribir pero que mediante el entrenamiento que le ofreció Montessori, la chica mostró a los niños cómo leer y escribir.
Ahora mismo si que es cierto que no existen a nivel público muchas escuelas que lleven a cabo la educación Montessori, sobretodo en España. Por lo que los proyectos emergentes, nacidos con la intención de poder ofrecer a los niños una educación Montessori 100%, deben recurrir siempre a la legalidad y eso cuesta dinero y mucho tiempo.
Por otra parte muchos profesores de escuelas públicas son conocedores de esta educación y han llevado a sus aulas esta filosofía, porque por poco que puedan llevar ya está siendo un beneficio para los niños. Pero claro en este asunto hablamos de cuestión de suerte.
Lo que no nos pueden negar a ninguna familia es que nosotros como padres llevemos Montessori a nuestro hogar, eso si que es beneficioso, barato y sin duda tendrá una gran repercusión en nuestros hijos y su futura forma de comportarse en la vida. ¡Ojo! no hablo de materiales Montessori específicos hablo de la misma filosofía, del corazón que late en esta educación.
 
7.Muchos padres dicen que Montessori es una burbuja que no socializa que los mantiene aislados de la sociedad ¿es verdad?
Al contrario, Montessori trata de recrear una mini sociedad en sus ambientes (aulas) por esta razón tiene en cuenta a niños de diferentes edades, ya que en la vida real nunca estamos rodeados de personas con nuestra misma edad. Incluso nuestras amistades de adultos son mixtas. Al mismo tiempo se tiene en cuenta que somos seres sociables por naturaleza y que hemos por tanto de cuidar este aspecto aprendiendo a respetarnos a nosotros mismos, a los demás y el ambiente.
8.Cerca de dónde vivo tengo hay un espacio Montessori ¿cómo se si es realmente Montessori?
Entre otras cosas debe contemplarse niños de edades mixtas en un mismo ambiente (aula) de la siguiente manera:
-Nido (niños que aún no caminan)
-Comunidad infantil (desde que caminan y mantienen el equilibrio hasta los 3 años)
-Casa de niños (desde los 3 a los 6 años).
-Taller I (1º, 2º y 3º de Primaria)
-Taller II (4º, 5º y 6º de Primaria)
-Taller III (1º, 2º y 3º de Secundaria)
En muchos centros solo tienen uno o dos programas de los citados arriba, esto no significa que no sean Montessori.
El ambiente debe estar cuidadosamente preparado para los niños (muebles a su altura, cuadros a su altura, cubriendo sus necesidades naturales). Contando de la misma manera con seguridad, lo que quiere decir fuera de peligros, con iluminación natural, confort, entre otras cosas. Podríamos decir que el ambiente está preparado de una manera tan bella que se asemeja a la calidez de un hogar.
Debe haber una guía cualificada y asistente.  De la misma manera el ambiente debe contar con el material que diseñó la propia Maria Montessori.
9.Estoy planteándome llevar a mi hijo a una escuela Montessori pero solo tienen hasta los 3 años o 6 años y luego tendría que llevarlo a la escuela tradicional, esto me frena bastante ¿que debería hacer en este caso?
Debéis hacer lo que realmente consideréis como familia una prioridad.
Lo que si me gustaría que quedase claro es que los años que se beneficie tu hijo de un ambiente Montessori será ya un gran avance para su futuro, porque los primeros años de vida son, como dice Montessori, la base de todo ser humano, si tu pequeño forja unos buenos cimientos con los que sostener su casa podrá ir incorporando poco a poco más partes de la casa, si esos cimientos no son fuertes, las otras partes de la casa que vaya poniendo posiblemente puedan caer en algún momento de su vida.
Montessori lo que hace es crear unos cimientos verdaderamente fuertes, donde los niños aprenden a respetarse a sí mismos, a los demás y a el ambiente, ya desde muy pequeños, y justo en la edad que tiene que ser…que es cuando absorben todo indiscriminadamente. Que mejor que absorban un ambiente cuidadosamente preparado, ordenado y bello donde todos se tratan bien, donde no hay conflictos y si los hay se abordan desde la empatia y la paz, donde los materiales están diseñados para desarrollar la inteligencia y sus necesidades, donde se les tiene en cuenta, se conecta con ellos, sin premios, sin castigos, sin competitividad. Que en cambio decidas llevarlo a otro lugar donde tal vez los niños están gritando, se pegan para sobrevivir, porque quieren un juguete, porque no se les tiene en cuenta ya que son muchos, donde no se les abraza porque son muchos, donde se les controla con autoridad, con premios con castigos, etc, etc.
10.¿Por qué en un ambiente Montessori hay mezcla de edades?
Un ambiente Montessori reúne niños de tres edades distintas: de 4 meses a 12 meses, de 18 meses a 3 años, de 3 a 6 años, de 6 a 9 años, de 9 a 12 y de 12 a 15 años, aproximadamente. Esto favorece el deseo de aprender, el respeto mutuo. Además se recrea una minisociedad donde los pequeños aprenden de los mayores y los mayores repasan aprendizaje por la repetición a los pequeños. Ambas partes, niños pequeños, niños mayores, se siente confiados y seguros.
11.¿Cuál es el pápel de una Guía
Montessori?

 

En la educación Montessori las
Guías son lo que comúnmente conocemos como maestras/os. Solo que en Montessori la guía no es la estrella del ambiente (clase) sino que las estrellas son los mismos niños, a diferencia del sistema tradicional.

 

El hecho de que se llame guía ya implica una diferencia con maestra ya que la guía tiene la función de facilitar, apoyar y conectar con el niño y el aprendizaje.
Debe ser conocedor/a de los periodos sensibles y etapas del desarrollo de los
niños. Debe tener la capacidad de observar, comprender y seguir cada paso de
cada niño.
12.¿Qué formación debe tener el personal de un centro Montessori?
El Guía Montessori debe haberse formado como tal “GUÍA MONTESSORI” su
acreditación Montessori debe cumplir el Entrenamiento Montessori certificado
por un Centro autorizado: IMI, MONTESSORI CANELA, AMS, MACTE, AMI, ETC.
Así mismo debe ser una persona comprometida, entusiasta, trabajada
interiormente, pacífica, amable, respetuosa tanto con niños como con adultos.
Pues debe ser un claro ejemplo para los niños que forman parte del ambiente.
Por lo que este factor va ligado sin duda al certificado, ya que no
consideramos el certificado como tal sino va acompañado de un buen trabajo
interior de la persona. Y debe sin duda compartir los principios Montessori.

 

Juguetes y actividades en una casa Montessori

Para empezar esta entrada me gustaría recordar los 3 casos Montessori de los que hablamos nada más comenzar el blog. Podéis verlos AQUÍ

Cuando comenzamos a interesarnos por la filosofía Montessori nos invaden miles y millones de dudas y preguntas, como…qué actividades hacer, qué juguetes o materiales ofrecer a nuestros hijos, etc.

Maria Montessori hablaba de ofrecer al niño la realidad, de los 0-6 años, por eso uno de los primeros ejercicios que plantea Montessori son los de Vida práctica, en los que el niño empieza a explorar su mundo a través de las cosas que conoce, por tanto los materiales que se utilizan para vida práctica están al alcance de todos. Y del mismo modo los ejercicios que se realizan de vida práctica también se llevan a cabo en todas las casas, como: hacer la comida, barrer, poner la mesa, exprimir una naranja, pelar una naranja, etc, etc.

De la misma manera estos materiales de vida práctica los tenemos seguro en nuestro cajón de la cocina o en algún lugar de nuestra casa: escoba, recogedor, mocho, jarrita de cristal, regadera, vaso de cristal, plantas, zapatillas con velcro, etc.

Como veis no es tan caro llevar Montessori a nuestro hogar. Por lo que la frase «Montessori es elitista» está muy lejos de la realidad Montessoriana, ya que está al alcance de todos, simplemente es tener las ganas, paciencia y dedicación para ir informándose. Pues no hacen falta grandes sumas de dinero para aplicar la filosofía en el Hogar.

Igualmente en Montessori el rol del adulto, los padres en este caso, es fundamental. Cómo hablo a mi hijo en situación de conflicto, cómo actúo cuando mi hijo está concentrado, cómo me relaciono con mi pareja y con las demás personas, etc.

De la misma manera en una casa que se sigue la filosofía Montessori lo ideal sería tener juguetes concretos, que aíslen la dificultad y que lleven intrínseco un control de error, y con esto quiero decir que no hace falta tener material específico Montessori en casa, a no ser que queramos llevar a cabo una escuelita en casa o actividad extraescolar de una manera más seria (por lo que bajo mi punto de vista, entonces, sería conveniente formarse e informarse dedicando tiempo y esfuerzo).
De esta manera podemos tener juguetes preciosos, a ser posible evitando el plástico. Aunque está claro que actualmente esto es bien difícil porque estamos rodeados de plástico, muebles, electrodomésticos, tuppers, platos, vasos, juguetes…Pero si podemos evitarlo mejor. Ya que los juguetes hechos de materiales naturales, poseen calidez, al tacto son agradables, tienen un peso determinado, y siempre invitan a ser tratados con más cuidado.

Hay preciosos juguetes de tela, papel, metal, madera, cartón, etc…que invitan a ser explorados, que son concretos, que aíslan la dificultad, y que no son necesariamente específicos Montessori. Porque una cosa que me gustaría matizar es que los materiales Montessori no son juguetes.

Sinceramente considero que son éstos los que deben estar en una casa donde se sigue la filosofía Montessori. Pues ya he comentado antes que otra cosa sería adentrarnos a nivel académico como una pequeña escuelita en casa o un momento extraescolar donde sí podamos tener materiales específicos Montessori. Previamente sabiendo como se utilizan y que progresión siguen, así como cuándo deben ser presentados y cómo deben ser presentados. Sino mejor tener juguetes de madera, metal, cartón, etc para explorar, crear, crecer, experimentar, tocar, vivir, disfrutar…juguetes que inviten a ser cuidados y tratados con cariño, juguetes que durarán años, y que no necesitan presentación específica, pero que si pueden estar inspirados en los principios Montessori.

Ahora mismo hay muchas casas jugueteras que se dedican a ofrecer eco-juguetes, MONTESSORI VIVOFAMILY TREE, JUGAR I JUGAR, BABY CAPRICHOS, KUTUVACUCUTOYS, KANICAS, entre muchas otras. Y ¡es fantástico que esté cambiando el chip hasta en la industria juguetera! Pues demuestra que todos podemos poner nuestro granito de arena.

Algunos de los juguetes interesantes que tenemos nosotros son estos.

Arcoiris grande
Rodari de madera

seek a boo

 Pizarra

Carrito de arrastre
Cajas de cartón

Bloques arcoiris

Piezas de construcción

Pista de bolas
Si queréis saber más sobre la educación Montessori y toda esta filosofía vida podéis seguirnos en facebook.

La competencia ¿es buena?

Estamos en un sistema donde parece que continuamente tengamos que competir unos con otros. Y ya no es que parezca sino que creo que está a la orden del día, incluso que ya lo hemos encarnado.

En el mundo infantil «Yo soy mejor», «Mira lo que hace él y tu no», «A ver quien gana», «He sacado mejores notas que tú» y en el mundo adulto «Yo tengo un doctorado en….y ¿tú?», «Mi hijo está en el percentil x y el tuyo?», «A mi me quedan mejor esos pantalones», «Estoy seguro que se copió de mi»…
La competencia es el principio de cualquier guerra. La competencia lleva a discusiones, a malentendidos, a envidias…La competencia, vista así, no es sana.
Hemos de considerar que Montessori no son solo materiales que se trata pues de una forma de ser y estar, una forma de sentir la vida. 
Para aplicar Montessori primero hay que llegar al alma, al corazón de esta filosofía, luego vendrá lo demás. Y me explico, si en Montessori no existe la competencia en los ambientes, en las mismas guías, en los niños. Entonces en las personas que amamos esta filosofía tampoco debería existir, y digo esto porque creo que debemos hacer un trabajo interior muy importante. Somos el ejemplo de los niños. Si creemos en algo, si esa es nuestra forma de contemplar la vida, y la que queremos ofrecer a nuestros hijos, sin duda, debemos dar ejemplo. Nuestras ideas deben estar estrechamente ligadas a nuestra forma de actuar…sino…no tiene sentido.
Realmente la competencia, desde mi humilde opinión,  está dentro de mí. Quiero decir que yo tengo que ser competente conmigo misma. Así pues la competencia la tenemos dentro de nosotros. Se trata simplemente de levantarnos intentando superarnos a nosotros mismos, intentando crecer y hacer las cosas cada día mejor por y para nosotros mismos. No mirar al vecino cómo y qué ha hecho, sino mirarme a mi mismo y ver cómo y qué debo hacer para superarme.
En Montessori no hay competencia, los niños no viven ese termino, los adultos de hoy, que confiamos plenamente en Montessori, que damos ejemplo a los futuros hombres y mujeres del mañana (nuestros niños) no deberíamos tampoco sentir esa competencia con nadie…pese que nos haya inculcado eso, desechemos esa idea…y pensemos en cómo hacerlo mejor cada día, pensemos que la competencia la tenemos con nosotros mismos y  no con nadie más.
Es difícil sí y más sabiendo todo lo que hemos recorrido. Pero intentarlo es ya un gran paso. Pensar que realmente no existe competencia si yo se que las cosas que hago las hago con toda mi energía, dando lo mejor de mí. No tengo entonces que sentir ese miedo, o esa frustración de que otro lo pueda hacer mejor, porque si otro lo hace mejor, aprenderé de él seguro, de sus palabras, de su sentir, de sus acciones y aprenderé de mi, por supuesto, de que puedo todavía superarme y hacerlo mejor.

En Montessori aprenderemos sí…a no sentir odio ni envidia sino a conectar con nosotros mismos y con los demás.Así que Montessorimente hablando la competencia no existe con los demás, sino con nosotros mismos. Podemos llamarle «autocompetencia»…esta competencia si es sana.

¿Equivocarse está mal?

A nuestras espaldas llevamos cargada una enorme mochila de aprendizajes…que desde la infancia hemos ido adquiriendo…algunos serán buenos, otros no lo serán…entre ellos posiblemente esté la «loca» idea de que equivocarse está realmente mal…pero… ¿esto es cierto?
Desde la Disciplina Positiva el error no es sino una maravillosa herramienta para aprender, es una oportunidad que nos regala la vida para crecer. Pues el hecho es que somos humanos, que inevitablemente nos tenemos que equivocar, todos, absolutamente todos vamos hacerlo, queramos o no.
Desde la Filosofía Montessori con el error ocurre exactamente lo mismo. Observemos bien el llamado «control de error». Es el que nos avisa de un nuevo aprendizaje, cuando se nos cae un vaso de cristal al suelo, la consecuencia lleva en él un mensaje intrínseco. El mensaje que recibimos es que se ha roto el vaso sí, pero también que la próxima vez debemos coger el vaso con más cuidado. Lo mismo ocurre en cada uno de los materiales que diseñó Montessori, son autocorrectivos, invitan a que el niño se equivoque y pueda él mismo rectificar su error, sin que nadie tenga que decírselo. INVITA A SOLUCIONAR POR SÍ MISMO EL ERROR.
Entonces…¿por qué no damos esta oportunidad no sólo a los adultos sino a los niños? ¿a nuestros hijos? ¿Por qué nos empeñamos en castigarlos cuando algo no lo hacen bien? ¿Por qué juzgamos, etiquetamos, criticamos sus acciones cuando no se acoplan a lo que nosotros consideramos que está bien? ¿ Por qué los comparamos con otros niños cuando queremos que hagan algo bien? Esto lo único que crea tanto en adultos como en los niños (que son los adultos del mañana) es que sientan que realmente no pueden hacer las cosas…que no son capaces…sienten INCAPACIDAD. Sienten que no PERTENECEN, que no se les tiene EN CUENTA.
Aprendamos a ver el error como parte de nuestra naturaleza, desde que nacemos, el error nos va a acompañar, porque es necesario equivocarse para poder aprender. ¿Si no nos equivocásemos que sentido tendrían las cosas? ¿Cómo aprenderíamos? de hecho….¿aprenderíamos algo?
Empecemos a trabajarnos primero nosotros, a trabajar nuestras equivocaciones, a saber verlas, saber darles solución desde la serenidad. Trabajémonos interiormente, como padres, como docentes, como adultos. Empecemos a ver el error no como lo aprendimos…como algo malo…sino como un maravilloso regalo que nos brinda la vida, como una herencia que tenemos en nuestro ADN. Démonos la oportunidad de equivocarnos, démosles a los demás la oportunidad de equivocarse y por supuesto cuando lo hagan reaccionemos de una manera respetuosa. 
Guíemos a nuestros hijos desde el corazón, el amor, la comprensión, demos paso a LA CONEXIÓN y desechemos el CONTROL. Tenemos que empezar a cambiar el chip. Ofrecer a nuestros hijos la oportunidad de solucionar por sí mismos las cosas…apoyarles y acompañarles en buscar soluciones.
¿Cómo? Mediante nuestras expresiones y nuestras palabras podemos acompañarles, entenderles, hacer que sientan que se les tiene en cuenta y dejemos de juzgar criticar, comparar, etiquetar…
Recordemos algo que parece que hemos olvidado…SOMOS HUMANAMENTE IMPERFECTOS…

La familia educa para las emociones

Estamos acostumbrados a actuar de una manera casi mecánica en nuestro día a día, quizás llevados por la prisa o por las mismas rutinas. Si nos paramos a pensar, a veces deberíamos plantearnos la manera en la que, como familia, abordamos nuestras emociones y las de nuestros hijos. Desde la primera toma de contacto cuando nacen nuestros hijos…mediante el apego…hasta que poco a poco van conquistando un grado más de independencia según sus necesidades y la etapa de desarrollo por la que estén pasando.

Para un buen desarrollo de las emociones deberíamos plantearnos varias cosas:
1.¿Ofrecemos a nuestros hijos un buen ambiente cargado de experiencias seguras para explorar y un clima afectivo emocionalmente estable?
2.¿Somos estables en nuestras reacciones y afrontamos los conflictos de manera razonable y adecuada?
3.¿Cuál es nuestro estilo de crianza? ¿somos autoritarios? ¿permisivos? o por lo contrario ¿somos capaces de equilibrar ambas en una balanza y somos firmes y amables?
4.Nos comunicamos de manera sencilla y concreta «Cuando pegas haces daño».
En los primeros años de vida lo que se pretende desde la filosofía Montessori es que el niño se sienta seguro de sí mismo ¿pero cómo lograrlo si los padres no confiamos en ellos? Es decir debemos proporcionarles la posibilidad de que realicen tareas por sí mismos, sin nuestra intervención, según su etapa de desarrollo y sus necesidades, debemos confiar en ellos. Esta confianza que nosotros les mostremos les ayudarán a tener la capacidad de creer en sí mismos, de fortalecer y adquirir una confianza.
También sucede que en los primeros años de vida es fácil que no puedan controlar las emociones, a partir de los 18 meses comienzan a madurar sus estructuras cerebrales pero no es hasta los 20 años, más o menos, cuando ésta construcción termina. Por tanto debemos ser conscientes de que fácilmente en muchas ocasiones sus emociones se desborden. Por esta razón es bueno contar con normas y hábitos, rutinas respetuosas para que puedan tener relaciones sanas con otras personas.
Del mismo modo es importante que ellos mismos sean conscientes de las consecuencias de sus actos, ya sea por consecuencias naturales «el vaso de cristal que se cae y se rompe» o por consecuencias lógicas «cuando pegas haces daño». Y del mismo modo invitarles a responder con soluciones, en vez de recurrir al castigo o a reacciones primitivas. «Si golpeas puedes romperlo, vamos a acariciarlo»  -si está mordiendo- «¿tienes hambre? puedes morder esta rosquilleta» (dar opciones).
¿Cómo crear un ambiente emocionalmente seguro?
Para que esto suceda debemos tener en cuenta las siguientes preguntas:
1.¿Nuestro hijo se siente aceptado en el hogar? (ambiente preparado, atención, etc)
2.¿Nuestro hijo siente que le queremos? ¿se lo decimos?
3.¿Respetamos a nuestro hijo cuando intenta comunicarse con nosotros?
4.¿Valoramos y reconocemos las acciones de nuestros hijos?
5.¿Somos conscientes de los peligros y respondemos y actuamos con rapidez a éstos protegiéndoles?
(caídas de alturas considerables, si otro niño o él agrede mordiendo o pegando, etc).
6.¿Escuchamos a nuestros hijos en los momentos en que no pueden controlar sus emociones (ya sea porque sienten que no les prestamos atención, por daño físico, etc).
La idea inicial es reducir los niveles de ansiedad que pueden estar dándose en nuestros hijos, ya que sus emociones (reacciones emocionales) surgen porque buscan protegerse de una amenaza.
Para educar en las emociones es necesario sin duda que el adulto se muestre tranquilo, dispuesto y emocionalmente sano. Pero está claro que con nuestro día a día (trabajo, familia, amigos, etc) muchas veces esto no es posible. Por lo que debemos en este caso tener conciencia de nuestra situación emocional e intentar retener esas emociones cuando interactuemos con nuestros hijos. No digo que estemos al 100% , eso es prácticamente imposible, no somos máquinas, sino que intentemos estar a un 70%. Y si vemos que estamos cansados la otra persona tiene el derecho a saber en qué situación nos encontramos.

Educar en las emociones es importante nos ayuda a comprender que sentimos y cómo afrontar de manera respetuosa momentos en los que nuestras emociones se ven desbordadas. Por tanto es un punto esencial para una educación social, para una educación para la vida.

Querernos para Quererles

Como padres estamos continuamente dando ejemplo a
nuestros hijos. Pero para poder dar ejemplo lo primero que debemos hacer es
llegar a lo más profundo de nuestro ser. CONOCERNOS.

Continuamente estamos expuestos a estímulos que nos
agitan, nos abruman, nos desbordan, nos oprimen…y criticamos, y nos quejamos…y
hacemos crecer nuestro malestar agrandando lo que en un principio pudiera ser
pequeño.

En cambio, si nos CONOCEMOS podemos focalizar todas estas
acciones que no hacen más que quitarnos la posibilidad de resolver nuestros
propios conflictos de una manera pausada, reflexiva. Antes de hablar deberíamos
intentar solucionar.
Es por eso que para dar ejemplo lo mejor es que:
NO CRITIQUES: Ni cuando está tu hijo delante ni cuando no lo está. Pues al criticar desperdiciamos tiempo y
energía, en vez de criticar deberíamos abordar el problema, con quien lo
tengamos o con nosotros mismos, siempre de manera respetuosa. De esta manera damos un buen ejemplo y somos conscientes y coherentes con nuestras acciones.
NO TE QUEJES: Ni delante de tu hijo ni cuando tu hijo no esté.
¿De qué sirve que cuentes tus problemas
familiares? Nadie te dará mejor consejo que el que tu mismo/a puedes darte,
cada familia es un mundo, cada uno resuelve los problemas desde su visión, con
las herramientas que dispone, exponer quejas solo alimenta una insatisfacción y
no pone solución a los problemas. Por norma general cuando nos quejamos vamos
más allá de la realidad y las circunstancias haciendo todavía más grande ese
hecho.

NO TE COMPARES, NO LES COMPARES: Ni en presencia de tu hijo ni en su ausencia. Debemos ser conscientes de que pese a que todos tenemos que ser tratados de la misma manera: MEDIANTE RESPETO, LA EMPATÍA Y DIGNIDAD. Cada uno de nosotros somos diferentes, y esto incluye a nuestros hijos. Tenemos formas diferentes de percibir la vida y de sentir, de pensar y hemos de comprender este hecho. Es como si nos pusiéramos a comparar un  pez con un mono…¿cómo se puede comparar tal cosa? ¿Si uno nada y el otro trepa, si el que nada no trepa y el que trepa no nada? ES ILÓGICO 

¿Y SINO CRITICO, NI ME QUEJO, NI COMPARO, QUE HAGO?  Comprender, sentir, amar. Tan simple como Buscar soluciones. Hablamos
de sentir la vida como nosotros la pensamos, sin la influencia de los demás, de
observar nuestros comportamientos, nuestros sentimientos y emociones, para
saber que es realmente lo que nos pasa. ¿por qué estamos así?
Hablamos de trabajar
nuestra calidad de vida. De levantarnos con una sonrisa, de poder mostrar esa
sonrisa diariamente a nuestros hijos. Hablamos también de que para que todo
esto suceda es necesario CUIDARNOS. Descansar lo suficiente como para que
nuestra mente no se envenene con hechos “irracionales” y sin sentido. TENEMOS
DERECHO A CUIDARNOS, somos padres pero no prisioneros. TENEMOS DERECHO a
querernos, a dejar a nuestros pequeños en las mejores manos para poder tener
tiempo para nosotros/as. TENEMOS DERECHO A NO SENTIRNOS CULPABLES porque por
naturaleza necesitamos un tiempo físico y mental para nosotros/as es la única
manera de poder querer a los demás. Es la única manera en la que nuestro
cerebro no entrará en un estado reptiliano. Y cuando digo reptiliano me refiero
a el típico reptil que para sobrevivir se como a su cría.
Así pues QUERÁMONOS
para QUERER. CUIDÉMONOS para CUIDAR. No solo a nivel físico sino también
mental. Debemos proyectar buenas energías, buenos estados de ánimo para crear
un clima apacible y respetuoso en nuestro hogar.
Dedicarnos unos
minutos, unas horas al día…NO ES MALO, ES NECESARIO, para nosotros y sobretodo,
como padres, para nuestros hijos. Pues como dije al principio somos el ejemplo.
Si nosotros nos amamos ellos aprenderán a amarse a sí mismos. Visto de esta
manera…¿no os parece algo muy importante para su futuro?
Nunca es tarde para
empezar a querernos…nunca es tarde para que ellos aprendan a quererse…

Aquí os dejo unas palabras que escribí cuando descubrí la Educación Montessori y la Disciplina Positiva. Palabras que dan valor a QUERERNOS A NOSOTROS MISMOS.
«Antes de que naciera ya le quería…
preparé su habitación, preparé su ropa,
me preparé para recibirlo

Cuando llegó sentí el amor más poderoso
que pudiera haber sentido…empecé a quererle tanto
que llegamos a ser uno

Nuestras vidas se unieron de una manera todavía
más grande que cuando estaba dentro de mi vientre…
Nos necesitábamos, nos necesitamos…

Un día dejé de dormir…pero estaba tan llena de paz y de amor…
Él estaba enganchado a mi pecho tan feliz. Estuve contando
sus pestañas. 

Otro día dejé de dormir…miraba como respiraba
hasta que volvía a engancharse nuevamente a mi pecho.

y al siguiente día dejé de dormir porque fue la primera
vez que mi pequeño estaba enfermo. Y yo sentí miedo…
solo quería volverle a ver sonreir.

Y así se sucedieron los días en los que yo dejé de dormir
y mi mente todavía seguía animada y enamorada, hasta que de
pronto algo cambio…

Un día me levanté cansada…casi no podía abrir los ojos, pero
luche con todas mis fuerzas para poder estar a su lado.

Otro día me levante sin ganas de peinarme, sin ganas de 
ducharme, sin ganas de vestirme, pero permanecí a su lado 
porque todavía me quedaban fuerzas…

Y así sucedieron los días en los que me levanté cansada,
y en uno de ellos desperté
enfadada…y le grité, sí le grité.
Y en ese grito me enfadé conmigo misma. Pero ya no pude evitar haberlo hecho…
Y le dolió y a mi me dolió.

Y entonces solo entonces me di cuenta de que en ese proceso
no se sabe cuando deje de quererme…

Comprendí que quererme iba unido a quererle.
Comprendí que cuidarme iba unido a cuidarle.

Y entonces pensé nunca es tarde para volver a quererse…

Comprendí el verdadero significado de esa fuerza sobrenatural que nos une a una madre y un/a hijo/a. Comprendí que es necesario QUERERSE para poder QUERERLES CON MÁS FUERZA TODAVÍA…y lo hice por él y lo hice por mí…pero sí…primero lo hice por él.  

POR QUERER QUERERLE DESDE EL CORAZÓN Y NO DESDE EL INSTINTO IRRACIONAL. POR QUERER QUERERLE DESDE LA PAZ Y NO DESDE EL CANSANCIO. POR QUERER QUERERLE DESDE EL RESPETO Y NO DESDE EL CONTROL. 

Lo hice por él, lo hice por mí, pero sí…primero por él. Soy madre.»

Está claro que somos seres humanos. Nadie es perfecto, no somos maquinas, no estamos preparados para actuar de manera mecánica, tenemos sentimientos. Y muchas veces vamos a sentirnos vencidos, cansados, estresados ¡Y ES QUE SOMOS HUMANOS! pero en ese caso podemos recurrir a otras personas para tener un tiempo para nosotros, para reflexionar, para volver a nuestro centro. De la misma manera debemos comprender que equivocarse no es algo malo, no debemos culparnos, debemos ser conscientes y aprender del error, intentar dar solución desde el corazón y la razón. Y sin duda lo haremos mejor si aprendemos a QUERERNOS…simplemente QUERERNOS PARA QUERERLES