El otro día en instagram en stories pregunté de qué os gustaría que hablara en el blog y me dijistéis sobre «Los periodos sensibles». Así que hoy rescato este post que estaba en mi rinconcito nostálgico para traerlo aquí y que podáis leerlo de nuevo.
Lo primero de todo es saber qué significan estas dos palabras. Pues no están puestas al azar.
PERIODO: todos sabemos que es un espacio de tiempo, limitado, en el que ocurre una determinada cosa o se va desarrollando un determinado acontecimiento.
SENSIBLE: Significa que hay una capacidad de percibir a través de nuestros sentidos.
Con estas dos definiciones podemos decir que: Se habla de que son «Periodos» por que suceden en una determinada etapa, tienen un tiempo, no son para siempre, y se dice que son «Sensitivos» porque son independientes de la voluntad, nacen del instinto natural del niño, de su instinto guía.
Estas dos palabras unidas tienen mucho poder. Y en la educación Montessori son muy importantes tenerlas en cuenta, aunque todo sea dicho, sería importante tenerlas en cuenta en cualquier tipo de educación, simplemente porque ocurren en la infancia. Así pues la Dra. Montessori la cogió prestada de Hugo de Vries, que era un biólogo Holandés, el cual hablaba de sus observaciones en las orugas y cómo conforme a sus necesidades iban cambiando sus actuaciones.
Charlotte Pousin en su libro Montessori explicado para padres comenta también «Las tortugas marinas nacen en la arena y responden, desde los primeros instantes de su vida, a un impulso irresistible que las atrae hacia el mar. Necesitan el calor de la arena para eclosionar y, en cuanto nacen, necesitan imperiosamente el agua para vivir. Si algo les impide responder a este instinto mueren».
Veamos esto no significa que si un niño no cumple con su cometido, en cuanto al periodo sensible se refiere, vaya a pasarle lo que a las tortugas…Simplemente ocurrirá que el niño pueda frustrarse y desemboque en aquello que comúnmente se conoce como «rabieta» o «capricho». Pero cómo veis, en este caso, realmente no lo es, se trata de un periodo sensible no cubierto y por tanto de una llamada que procede del interior del niño, de manera inconsciente, para poder ir evolucionando y adquiriendo nuevos aprendizajes para su completa supervivencia.
Podemos decir que el niño es capaz de elegir a través de sus necesidades innatas y que esto lo hace entonces sensible a algunas cosas, pudiendo entonces, concentrarse de una manera natural y aprendiendo sin que le cuesta absolutamente nada.
Si os acordáis del post de LA MENTE ABSORBENTE DEL NIÑO. Hablábamos de la importancia de ésta. Podemos decir, por tanto, que los periodos sensibles son los instintos que guían a la mente absorbente.
El periodo sensible podemos definirlo como una atracción intensa. Una predisposición innata en el niño por aprender una habilidad o característica: ordenar cosas, subir y bajar escaleras, leer…Si aprovechamos este estado en el que el niño siente esa fascinación por hacer algo en concreto aprenderá de forma natural a hacerlo. Lo realizará sin dificultad.
Estos periodos sensibles descubiertos hace ya muuuchos años, han ido reforzándose con las investigaciones modernas sobre el cerebro del niño.
Es más fácil para el niño aprender cuando está latente su periodo sensible que una vez ha pasado. Porque los periodos sensibles no duran para siempre, son temporales, una vez pasan ya no vuelven. Lo que no quiere decir que luego no vaya a hacer una determinada cosa. Lo único que significa es que cuando las cosas se interiorizan de forma natural, luego no cuesta hacerlas. No son una obligación. Sino que nacen de la espontaneidad, se disfruta mientras se hace y queda impregnado en la mente para siempre «MENTE ABSORBENTE» (no se trata de que memorizan, sino de que lo viven de manera psíquica, lo hacen suyo ese aprendizaje).
«Si el niño no ha podido obedecer a las directrices de su periodo sensible, se ha perdido la ocasión de una conquista natural, se ha perdido para siempre» Maria Montessori, El niño el secreto de la infancia
Como ya hemos comentado arriba. Si por alguna razón el periodo sensible no se ve cubierto…no quiere decir que el niño no vaya a tener una determinada habilidad o destreza, lo que significa es que esta acción fuera de ese «Periodo sensible» va a obligar al niño a realizar las cosas a través de su propia voluntad consciente. De algo que no es natural. Ya que el periodo sensible, recordar, que es espontáneo y natural atraído por la fascinación de un determinado aprendizaje. Por lo que si han pasado y no se le ha proporcionado el medio para que se desarrollen con naturalidad, al niño le costará muchísimo más trabajo alcanzar los mismos resultados, y por supuesto jamás serán los mismos.
Observa a tu hijo…olvídate de las etiquetas «es un maniático de la limpieza» «es un cabezón que solo quiere subir y bajar escaleras» «es inquieto e hiperactivo porque no para de moverse de aquí para allá» y ahora incorpora esta nueva idea a tu mente LOS PERIODOS SENSIBLES. Recuerda que tu hijo lo hace por necesidad, para evolucionar, es un investigador, un curioso, perfeccionando sus movimientos, sus destrezas.
Hay que tener presente que son específicos. Quiero decir con esto que existe: el periodo sensible del lenguaje (0-6), el del orden (0-6 años) o la coordinación del movimiento (0 a los 6 años) entre otros. Todos estos momentos que vive el niño de atracción hacía ese periodo sensible se viven únicamente en la infancia. Como he comentado antes de los 0 a los 6 años.
Posiblemente vivas una situación parecida a esta, en la que, tu hijo, acaba de ver por primera vez esas escaleras empinadas, le fascinan, desea con todas sus fuerzas subirlas, mira como sube y baja las escaleras, no se cansa, podría hacerlo durante muuuucho tiempo, está perfeccionado sus movimientos, cuanto más sube y baja las escaleras más naturales son sus movimientos. Aunque tu sudes, porque seguro que sí, deja que disfrute un ratito moviéndose, no digo que estéis hasta el infinito subiendo y bajando, pero un rato sí, y aunque al principio se resista cuando os vayáis de las escaleras se le pasará enseguida, porque ya ha apaciguado su necesidad.
O tal vez lo que le encante sea ordenar cosas, aprovecha su foco de interés, muéstrale donde guardas en casa: las toallas, o la ropa, donde hay que dejar los zapatos, etc.
Aprovechemos los periodos sensibles de nuestro hijos, podemos mostrarles como funcionamos en el hogar, eso dará paso posiblemente a la estabilidad de nuestro hogar y de nuestras emociones. Comprender a nuestros
hij@s es sino la cosa más importante de nuestra vida, una de las más importantes.
¿CÓMO DETECTARLOS?
Para saber detectarlos hay que saber comprender cada uno de ellos. Aquí pongo algunos de los más importantes.
Periodo sensible del ORDEN.
Como ya sabéis el ser humano en la infancia, niño, tiene esos instintos que le llevan a aprender y perfeccionar para ir evolucionando, así pues una de las cosas importantes que debemos aprender es la relación que existen de las cosas con el mundo que nos rodea. Así el niño establece ese orden espacial que ve en su ambiente porque hace que a nivel interno pueda también ordenar su propia psique. Se trata de recoger información a través de los sentidos y organizarla. Por eso es tan importante para los niños llevar unas rutinas, que les da seguridad, incluso en casa si algo se cambia de sitio puede que les cree frustración, no porque sean maníacos, sino porque cuando estaban formando esa construcción con su relación con el espacio ese «jarrón» estaba encima de la mesa y tiene que seguir estando para su seguridad. De esta manera podemos decir que hay ciertos aspectos que desconocemos y que debemos tener en cuenta para evitar el llanto y la frustración porque el niño siente que ese «jarrón» en la estantería le provoca visualmente un caos en su estructura mental.
Periodo sensible del LENGUAJE
Empieza desde el nacimiento hasta los 7 años. Y es esa necesidad de empezar a explorar con su boca , mediante por ejemplo «pedorretas» qué si a muchos adultos puede parecerles que lo único que hacen con ellas es ser llenarse de babas e irritarse la piel (un poquito) pero nada más lejos, las hacen porque necesitan hacerlas, su cuerpo está hecho para ir conquistando cada día un poco más un grado de independencia. Con las pedorretas ejercitan sus músculos vocales. Por otra parte poco a poco irán adquiriendo un poco más de soltura, por esta razón es importante hablar, hablar mucho, incluso cuando son pequeñitos, contarles qué estamos haciendo, y evitar en la medida de lo posible hablar por ellos. Seamos pacientes.
Periodo sensible del MOVIMIENTO
Va de los 0 a los 6 años. El niño cuando nace es frágil, apenas tiene movimientos, y los que tiene no son voluntarios. Pero poco a poco con el paso del tiempo va a ir adquiriendo esos movimientos que se convertirán finalmente en movimientos voluntarios. Pero claro para eso es importante evitar todo aquello que bloquee este periodo sensible como lo son los: parques, hamacas, tacatás, etc. Hablamos de que es importante que sea un libre movimiento, donde él mismo, sin ayuda vaya conquistando cada movimiento de su cuerpo, vaya comprendiendo para qué sirve cada parte de su cuerpo. Cada vez será mayor el reto de movimiento que se planteen, pero porque lo necesitan. Necesitan imperiosamente moverse, por más que les digamos que estén sentados (por ejemplo).
Si como adultos, somos conscientes de estos periodos sensibles, aprenderemos a permitir el completo descubrimiento del mundo que les rodea a los niños.
«Uno de los trabajos más urgentes en la reconstrucción de la sociedad es la reforma de la educación, que se debe realizar dando a los niños el ambiente adecuado a su vida» Maria Montessori. La Formación del Hombre.
Observar la importancia de estos periodos sensitivos y que seamos como adultos conscientes. Hará que comprendamos mejor a los niños para conectar con ellos y no intentar controlarlos.